Sorprende Papa Francisco a niños con libros de oraciones
Entabló un curioso diálogo a la distancia con la multitud.
El Papa Francisco sorprendió este domingo a miles de niños que acudieron a la Plaza de San Pedro para hacer bendecir los “Niños Dios” que colocarán en los nacimientos de sus casas en esta Navidad y les obsequió un libro de oraciones.
Desde la ventana de su estudio personal, ubicado en el segundo piso del Palacio Apostólico del Vaticano, Francisco dirigió su bendición dominical con la oración mariana del Angelus y entabló un curioso diálogo a la distancia con la multitud.
Alrededor de 50 mil personas llegaron hasta la Plaza de San Pedro, muchos de ellos pequeños provenientes de diversos centros parroquiales de Roma que, como cada año, llevan sus estatuillas del niño Jesús para hacerlas bendecir por el líder católico.
En su discurso, pronunciado en italiano, el pontífice aseguró que es importante encontrar momentos en el día para “abrir el corazón a Dios”, también con las “simples y breves” oraciones del pueblo cristiano.
“Por eso hoy pensé en hacerles un regalo a todos ustedes que están aquí en la plaza, una sorpresa: un pequeño libreto de bolsillo que recoge algunas oraciones, para varios momentos del día y para diversas situaciones de la vida”, dijo.
“Algunos voluntarios los distribuirán. Tomen uno cada uno y llévenlo con ustedes siempre, como ayuda a vivir todo el día unidos a Dios”, agregó.
En un momento también se dirigió a los niños de los Oratorios Romanos, que tenían en sus manos las estatuillas de Jesús de diversos tamaños y que alzaron al cielo al momento de la bendición. A ellos les dijo: “Felicidades, estuvieron muy alegres aquí en esta plaza, y ahora llevan el pesebre bendito. Les agradezco su presencia y les deseo una feliz Navidad. Cuando recen en casa, ante su nacimiento, acuérdense también de mí, como yo me acuerdo de ustedes”.
Poco antes, en su reflexión semanal, el Papa estableció que nunca se escuchó de un santo triste o de una santa “con la cara de funeral” porque el corazón del hombre desea la alegría, así como toda familia y todo pueblo aspira a la felicidad.
Añadió que cuando Cristo entró en la historia, con su nacimiento en Belén, trajo al mundo la alegría a todos y para siempre, una alegría ya real y experimentable ahora. Entonces nuevamente dialogó con la muchedumbre.
“Con Jesús la alegría está en casa. Como dice ese cartel de allá: Con Jesús la alegría está en casa. Digámoslo todos: ¡Con Jesús la alegría está en casa! Otra vez: ¡Con Jesús la alegría está en Casa! ¿Sin Jesús existe la alegría? ¡No! ¡Muy bien! El está vivo, es el resucitado”, señaló.
“Con la mirada que se dirige a la Navidad, ya cercana, la Iglesia nos invita a atestiguar que Jesús no es un personaje del pasado; él es la palabra de Dios que hoy continúa iluminando el camino del hombre”, apuntó.