Sobreviviente a ébola dona sangre a colega enfermo
Más de 2.200 personas han muerto en el occidente de África durante la actual epidemia de ébola.
Un sobreviviente de ébola donó sangre a un colega estadounidense infectado con el virus y los médicos que lo están tratando en un hospital de Nebraska dicen que está respondiendo bien al tratamiento aplicado la semana pasada.
El doctor Rick Sacra recibió transfusiones de sangre del doctor Kent Brantly poco después de llegar al Centro Médico de Nebraska el viernes pasado, dijo el doctor Phil Smith el jueves. Sacra, de 51 años, ha estado recibiendo además un medicamento experimental y otros tratamientos.
Sacra es amigo cercano de Brantly, de 33 años, —uno de los primeros estadounidenses tratados por ébola en Atlanta el mes pasado— y comparten el trabajo misionero.
"Significó realmente mucho para nosotros que él estuviera dispuesto a hacer esa donación tan rápidamente después de su propia recuperación", dijo Debbie, esposa de Sacra.
Se cree que las transfusiones ayudan a un paciente a combatir el virus de ébola porque la sangre del sobreviviente a la enfermedad contiene anticuerpos específicos.
Más de 2.200 personas han muerto en el occidente de África durante la actual epidemia de ébola, aunque no se ha sido confirmado que ese virus haya sido la causa de todos esos fallecimientos.
Debbie Sacra dijo que espera que la enfermedad de su esposo y la experiencia de otros asistentes sanitarios pueda traducirse en nuevos tratamientos para el ébola en el occidente africano antes de que se extienda la epidemia.
El doctor Rick Sacra, quien estuvo trabajando en un hospital en Liberia con el grupo caritativo SIM, con sede en Carolina del Norte, recibió además un fármaco experimental que los médicos se negaron a identificar. Ha recibido también terapia intravenosa.
Sacra fue el tercer asistente sanitario estadounidense infectado con el virus de ébola que es conducido a Estados Unidos para ser tratado. Un cuarto trabajador de asistencia humanitaria, cuya identidad no ha sido revelada, llegó el martes por la mañana al hospital de Emory en Atlanta.