Rusia acusa a OTAN de desestabilizar al norte de Europa: Interfax

Reuters Moscú 01-12-2014 14:16

La OTAN ha incrementado los ejercicios conjuntos y ofreció refuerzos adicionales.

Rusia cree que la OTAN está desestabilizando al norte de Europa y a los estados bálticos, incluyendo la realización de ejercicios militares en la zona, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Alexei Meshkov, citado el lunes por la agencia de noticias Interfax.

Moscú acusa a la OTAN de atentar contra su seguridad al fortalecer vínculos con países de Europa del este que solían ser dominados por la Unión Soviética, y Rusia ha fortalecido su presencia militar este año debido a que los vínculos con Occidente han empeorado debido a la crisis en Ucrania.

"¿Qué están haciendo el comandante aliado de la OTAN en Europa, Philip Breedlove, y otros? Están tratando de desestabilizar la región más estable en el mundo, el norte de Europa", declaró Meshkov en una entrevista con Interfax.

"Los ejercicios militares sin fin, transfiriendo aviones capaces de transportar armas nucleares a los estados bálticos. Esta realidad es extremadamente negativa", agregó.

Meshkov añadió que las autoridades rusas están tomando y tomarán todas las medidas para salvaguardar firmemente la seguridad del país y de sus ciudadanos, sin importar de qué parte del país se trate.

La OTAN ha incrementado los ejercicios conjuntos y ofreció refuerzos adicionales y una rotación temporal de fuerzas en Europa del este para tranquilizar a países miembros de la región preocupados por la crisis en Ucrania, donde Moscú respalda a rebeldes separatistas.

Al solicitársele que comentara sobre las declaraciones de Meshkov, el embajador de Estados Unidos ante la OTAN dijo en una conferencia de prensa en Bruselas que dichas medidas apuntan a demostrar a los países miembros que la alianza está comprometida con la autodefensa mutua.

"(Las medidas) no están diseñadas en forma alguna para ser amenazadoras (...) provocativas o desestabilizadoras", comentó el embajador Douglas Lute.

Los vínculos entre el Kremlin y Occidente empeoraron este año después de que Moscú anexó la península de Crimea de manos de Ucrania, lo que llevó a Estados Unidos y a la Unión Europea a imponer sanciones contra Rusia.