Rousseff anunciará equipo económico para mitigar escándalo
No cesan de crecer los escándalos de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
La presidenta brasileña Dilma Rousseff, anunciará los nuevos titulares de dos de los ministerios más importantes en su gabinete, en momentos en que no cesan de crecer los escándalos de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
La presidencia dijo en una nota que “el nuevo equipo económico de Gobierno será anunciado mañana”, y precisó que, aunque no está previsto que juren el cargo, tomarán posición de los ministerios casi de forma inmediata.
El nombramiento más importante es el del exsecretario del Tesoro como nuevo ministro de Hacienda, Joaquim Levy, pues deberá devolver a la séptima economía mundial a la senda del crecimiento y aplicar un profundo recorte del gasto social que se anuncia tumultuoso para el Ejecutivo.
Aunque todavía no fue oficializado, Levy, considerado como ortodoxo en política económica y por lo tanto favorable a la contención del déficit, ya fue objeto de críticas y un grupo de intelectuales y economistas que apoyaron a Rousseff en las elecciones publicaron esta semana un manifiesto contra la decisión de la presidenta.
“Es una regresión de la agenda victoriosa en las urnas”, señaló el documento, que censura que Rousseff, que prometió en campaña no cesar en su objetivo de reducir las desigualdades y aumentar la renta de las clases bajas, haya elegido a un banquero para el cargo más importante de su gabinete.
En la dirección de la mayor economía de América Latina, que enfrenta un crecimiento del 0.3 por ciento para este año y apenas 1.0 % para 2015, acompañará a Levy el ex secretario de Hacienda, Nelson Barbosa, quien asumirá el ministerio de Desarrollo e Industria.
Barbosa tendrá la tarea principal de reactivar el crecimiento del sector industrial, responsable del 23 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil, en momentos en que este sector es el más impactado por la contracción de la economía brasileña.
Los nombramientos, que han sido criticados públicamente incluso por sectores del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, coinciden con el auge del escándalo de corrupción contra la petrolera estatal Petrobras, origen de la primera crisis del Gobierno de Rousseff incluso antes de que ésta inicie su segundo mandato.