Reportan ocho muertos por fuerte ciclón en Vanuatu
Después de las labores de cuerpos de seguridad, se prevé que la cifra aumentará.
Las autoridades han confirmado la muerte de al menos ocho personas en Vanuatu tras el paso de un fuerte ciclón por este pequeño archipiélago del Pacífico Sur, informaron el sábado trabajadores humanitarios, y se espera que la cifra crezca una vez que las comunicaciones sean retomadas con las islas circundantes.
El ciclón Pam atravesó el pequeño archipiélago el sábado por la mañana desencadenando vientos de hasta de 270 kilómetros por hora y dejando a su paso una estela de destrucción y reportes no confirmados de decenas de muertos.
Chloe Morrison, funcionaria de comunicaciones de emergencia de la organización World Vision en Port Vila, dijo el domingo que la Oficina Nacional de Desastres de Vanuatu confirmó a su agencia que ocho personas en la capital Port Vila y sus alrededores habían fallecido debido al ciclón.
Morrison agregó que las autoridades no han podido evaluar los daños en muchas de las islas más afectadas, donde las comunicaciones siguen interrumpidas, y que había escuchado reportes de localidades enteras destruidas en áreas remotas.
Un cambio de rumbo del ciclón hacia el oeste colocó áreas pobladas directamente en el rumbo de Pam. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas señaló que hay reportes no confirmados de por lo menos 44 muertos en las islas del noreste de Vanuatu.
Morrison dijo que los vecinos se levantaron el domingo con mejores condiciones climáticas tras permanecer refugiados en albergues de emergencia el sábado por segunda noche consecutiva. Añadió que la zona sigue sin servicio eléctrico y las comunicaciones son malas.
Muchas personas que se aventuraron a salir de 23 albergues de emergencia en los alrededores de Port Vila encontraron sus viviendas dañadas o totalmente destruidas, subrayó Morrison.
Señaló que las comunicaciones eran tan problemáticas que su grupo humanitario no había podido contactar a muchos de sus 76 empleados en la isla.
"Para cualquiera que no estuviera anoche en un refugio seguro, seguramente fue una noche muy, muy dura", dijo.
Vanuatu tiene 267 mil habitantes distribuidos en más de 65 islas. Aproximadamente 47 mil personas viven en la capital.
Las autoridades hicieron un buen trabajo el viernes, señaló, al trasladar a miles de personas en Port Vila a 23 centros de evacuación. Mucha gente salió el sábado al remitir el viento y la lluvia, señaló la cooperante, pero se encontraron con que a sus casas les faltaba el tejado o habían desaparecido por completo, de modo que se vieron forzados a volver a los refugios.
El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que aún no estaba claro el impacto y alcance del desastre, pero temía que los daños y la destrucción fueran generalizados.
"Confiamos en que la pérdida de vidas sea mínima", dijo durante una Conferencia Mundial sobre Riesgo y Gestión de Desastres en Japón. La ONU informó que está preparando unidades de respuesta rápida de emergencia.
El presidente de Vanuatu, Baldwon Londsale, que estaba en la conferencia, se dirigió a los participantes.
"En realidad desconozco el impacto que ha tenido el ciclón en Vanuatu", dijo.
"Les hablo hoy con el corazón apesadumbrado", señaló. "Les pido en nombre del gobierno y del pueblo que ofrezcan una mano amiga en este desastre".
La máxima prioridad era garantizar el acceso de la gente a comida, agua potable y refugio, indicó Morrison. Más allá de eso, mencionó que será necesario un largo y coordinado esfuerzo de reconstrucción en los próximos meses.
Nueva Zelanda prometió el sábado donar 734 mil dólares para ayudar con las tareas de auxilio. Por su parte, Australia estaba preparando un equipo de respuesta para enviarlo a Vanuatu si fuera necesario, indicó la ministra de Exteriores, Julie Bishop.
"Hay vientos destructivos, lluvia, inundaciones, deslaves, subidas del nivel del mar y una dura marejada, y la tormenta es especialmente destructiva allí", explicó. "Seguimos evaluando la situación, pero estamos listos para asistir".
El pequeño estado insular, ubicado a aproximadamente una cuarta parte de la distancia entre Australia y Hawái, ha advertido varias veces que ya está sufriendo efectos devastadores por el cambio climático al ir desapareciendo las áreas costeras de sus islas, lo cual ha obligado a los habitantes a reubicarse en tierras más altas. Además, los cultivos tradicionales están dando menores rendimientos.
Los científicos señalan que es imposible atribuir fenómenos meteorológicos concretos como el ciclón Pam al cambio climático.
El ciclón ya ha destruido algunas viviendas y ha causado daño en otras islas del Pacífico, incluidas Kiribati y las Islas Salomón. Las autoridades en Nueva Zelanda se preparan para la tormenta, que se pronostica pasará al norte del país el domingo y el lunes.