Reabren casa del emperador Augusto a dos milenios de su muerte

Notimex Roma 18-10-2014 09:07

Por primera vez puede ser visitada por el público.

Primer emperador de la Roma antigua, de la que fue declarado “Pontífice Máximo”, Augusto inauguró una edad de oro de estabilidad política y grandeza y a dos milenios de su muerte su huella es aún visible no sólo a través de su legado político, sino también de sus palacios apenas restaurados.

Augusto Gaio Julio César Octaviano, hijo adoptivo de César y su heredero directo, murió el 19 de agosto del año 14 de nuestra era, con lo que llegó a su fin un reinado de 44 años, el más largo en la historia de la Roma imperial.

Para conmemorar los dos mil años de su deceso, la superintendencia de Bienes Arqueológicos de Roma abrió por primera vez al público la “Casa de Augusto” en la colina del Palatino, en la que fue fundada la Ciudad Eterna.

“Augusto estableció en el Palatino su morada, al lado de su consorte Livia, y edificó un sistema de construcciones, incluidas algunas de tipo religioso, destinado a la culta y refinada difusión ideológica del propio poder y de la propia imagen”, dijo el arqueólogo Leonardo Guarnieri.

En un recorrido confirmó que la restauración de todas las habitaciones del palacio del “Divus Augustus” fue terminada apenas este año y que por primera vez, previa reservación, pueden ser visitadas por el público.

La “Domus Augustea” (Casa de Augusto) se conectaba directamente con el “Lupercale”, la cueva donde según la leyenda Rómulo (fundador de Roma) y su hermano gemelo Remo fueron amantados por una loba. De acuerdo con Guarnieri, aunque formalmente el emperador no pareció alejarse de la línea de las “mores maiorum” (costumbres de los antepasados), la antigua estructura habitacional de época republicana fue transformada en el palacio imperial.

Augusto reconstruyó la nueva clase política y aristocrática, reordenó el sistema administrativo provincial, reorganizó las fuerzas armadas, hizo de Roma una ciudad monumental, favoreció el renacimiento económico y comercial gracias a la pacificación del Mediterráneo con la construcción de puertos y carreteras y con conquistas territoriales sin precedentes.  También promovió una política social favorable a las clases más pobres, creó leyes de protección a la familia y dio un nuevo impulso a la cultura, gracias a la ayuda de su consejero Mecenas.

Pese a todo y según escribió el escritor Svetonio en el Siglo I de nuestra era, la casa de Augusto estaba decorada con un gusto sencillo y él durmió en la misma cama durante más de 40 años; además tenía una biblioteca donde trabajaba y recibía al Senado y al lado de su casa construyó un templo dedicado a Apolo, cuyos vestigios son aún visibles.

Asimismo, como parte de la conmemoración de los dos mil años de la muerte de Augusto, ha sido restaurada la Casa de Livia, la tercera esposa del emperador y quien gozó de notable influencia.

Según Guarnieri, fueron controladas pequeñas fugas de agua, restaurados los techos y resueltos los problemas de humedad que amenazaban a los frescos de las paredes, que representan escenas mitológicas y paisajistas.

Mariarosaria Barbera, responsable de la Superintendencia para Bienes Arqueológicos de Roma, informó que la reestructuración de la casa de Augusto y de Livia y del museo del Palatino costó dos millones de euros; cerca de 2.5 millones de dólares en casi dos años de trabajos.