Pruebas de ADN para perros alientan las adopciones
Se busca acelerar las adopciones de perros parecidos a los chihuahueños.
Un tercio de los perros que están en un refugio para animales en California parecen chihuahueños. ¿Cómo se les puede diferenciar? Por medio del ADN.
El refugio Peninsula Humane Society y la Sociedad para la Prevención de Crueldad a los Animales en Burlingame, al sur de San Francisco, comenzaron a realizar pruebas gratuitas de ADN con el lema "¿Quién es tu papi?".
Scott Delucchi, vicepresidente del albergue, tuvo la idea para acelerar las adopciones de perros parecidos a los chihuahueños.
Como las mascotas se vuelven parte de la familia, los análisis de 50 dólares permiten a los dueños conocer las raíces de sus perros y ciertos rasgos que pueden mostrar. Las pruebas permiten además al refugio ser creativo e inventar novedosos nombres de razas que puedan incrementar las posibilidades de una adopción.
Por ejemplo, un perro con genes de chihuahueño y Jack Russell fue catalogado como "Kiwi collier"; una mezcla de yorkie y Beagle es "Yorkle" y un golden retriever miniatura-pinscher-chihuahueño es un "golden Chinscher".
En febrero, el refugio hizo pruebas a 12 perros que se parecían. Aunque uno de los resultados fue inconcluso, 11 mostraron combinaciones de raza que no se habían visto antes.
Diez de 23 perros examinados no tenían rastros de chihuahueño en ellos, raza que superó a la mezcla de pit Bulls que dominaron el refugio hasta hace cinco o seis años, dijo Delucchi.
Hay muchas razones por las que los chihuahueños se han vuelto muy populares: porque las estrellas de Hollywood las traen cargando en las carteras y también por las películas donde estos canes miniatura son protagonistas, de acuerdo con Delucchi.
Lynn Mazzola, quien vive en California, quería un perro grande, pero al acudir al refugio Lily, con sus 2 años de edad y 3 kilos de peso, le robó el corazón. Los resultados de ADN mostraron que Lily es una cruza de yorkie y chihuahueño, lo que dio como resultado un "Chorkie".
Conocer su ADN nos da pistas de su comportamiento, dice Mazzola. Por ejemplo, explica "por qué ella persigue aves y ratones y no es tan nerviosa como un chihuahueño".