Profesores chilenos marchan; piden participar en reforma educativa
El ministro de Educación, ha pedido "paciencia" y "confianza" en sus reformas.
Los profesores chilenos salieron este miércoles a la calle en la primera marcha convocada por este colectivo para reclamar una mejora de la educación pública y una participación más activa en la reforma educacional planteada por el gobierno de Michelle Bachelet.
Para este miércoles, paralelamente, se convocó a un paro nacional en las escuelas públicas, algunas de las cuales -seis en la comuna de Santiago- se mantienen en toma por sus alumnos en protesta por la mala calidad de su infraestructura y en contra de las propuestas educativas del gobierno.
La marcha, convocada por el Colegio de Profesores y apoyada por el movimiento estudiantil, reunió a miles de personas, en su mayoría docentes, que partiendo de los alrededores de la céntrica Plaza Italia y recorrieron la principal avenida del centro de Santiago.
La organización gremial cifró la participación en 50 mil personas y una adhesión del 80% en todo el país, aunque Carabineros habla de 9.000 participantes.
"Sin profesores no hay reforma. Por la recuperación de la educación pública y la dignidad docente" afirmaban las pancartas portadas por un colectivo que también reclama la mejora de sus pensiones, más tiempo para preparar sus clases, y menos alumnos por aula.
Los profesores marcharon bajo cánticos como "Ministro, ministro le pido por un mes que viva con mi sueldo y yo con el de usted".
En la marcha también participaron representantes de organizaciones estudiantiles, como la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios de Chile (Cones) o la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), diputados emblemáticos del Partido Comunista, como la exlider estudiantil Camila Vallejo.
Bachelet ha aprobado un primer paquete de leyes para acabar con el copago de las familias y el lucro en escuelas subvencionadas así como con la selección que segrega por origen socioeconómico.
Tanto profesores como estudiantes han rechazado estos primeros proyectos, por considerarlos insuficientes, y exigen una mayor participación en el diseño de la reforma, que no solo se base en el diálogo, sino que incluya sus propuestas en los proyectos de ley.
El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, por su parte ha pedido en reiteradas ocasiones "paciencia" y "confianza" en sus reformas.
Desde 2011, los estudiantes exigen con masivas manifestaciones una formación pública de calidad, en un país con uno de los sistemas educativos más segregados del mundo, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).