Pelotas gigantes en Brasilia contra los millonarios gastos del Mundial
La ONG Rio de Paz piden compromiso con el pueblo como lo hubo con la FIFA.
Doce pelotas gigantes que simbolizan las ciudades sede de la Copa del Mundo fueron infladas el martes frente al Congreso, en la capital de Brasil, para protestar por los millonarios gastos públicos del Mundial.
"Queremos que el poder público brasileño pida perdón a la nación porque prometió lo que no cumplió: invirtió una fortuna de dinero público en aquello que no es esencial", dijo Antonio Carlos Costa, fundador de la ONG Rio de Paz.
Los balones ostentan grandes cruces rojas que simbolizan el gasto público de unos 11.000 millones de dólares en el torneo.
De los 12 balones, cada uno de un diámetro de dos metros, uno con la bandera de Brasil se desinfla poco a poco: significa el poder público, explicó.
La ONG reclama que los candidatos a las elecciones presidenciales de octubre, en las que la presidenta Dilma Rousseff compite por la reelección, se comprometan con metas de obras para el pueblo, igual que Brasil lo hizo con la FIFA para el Mundial.
"Estamos pidiendo metas: queremos una relación idéntica a la que hizo la Fifa: ellos pidieron 12 estadios, nosotros queremos saber cuántos hospitales, cuántas escuelas serán construidas en cuatro años, queremos hacer igual como (el presidente de la FIFA, Joseph) Blatter y (el secretario general, Jerome) Valcke hicieron en Brasil: exigían", dijo.
El millonario gasto público de Brasil en la preparación del Mundial de fútbol desató en 2013 una ola de masivas protestas callejeras. Los manifestantes mostraron su indignación con lo que se gastaba en estadios, y pidieron que las inversiones sean redirigidas a salud, transporte y educación.
Las protestas continúan a las puertas del Mundial que comienza el 12 de junio y se extenderá hasta el 13 de julio.
"No estamos haciendo obras de este porte para la Copa del Mundo, tenemos el compromiso de hacerlas para todos", dijo el domingo la presidenta Dilma Rousseff, al inaugurar una gigante vía expresa de bus de 40 km que conecta el aeropuerto internacional de Rio de Janeiro con Barra da Tijuca, en la zona oeste de la ciudad.
Muchas obras vinculadas al Mundial, consideradas un legado para las ciudades sede, se atrasaron o fueron canceladas. El gobierno defiende que una buena parte están siendo finalizadas y traerán beneficios a la población, sea antes o después de la Copa.