Paros de transporte y de salud en Chile
El paro de tres días puede dejar sin atención a unos 600 mil pacientes.
Chile enfrenta desde el martes un paro de 72 horas de los trabajadores de la salud pública, mientras los santiaguinos suman un paro del transporte público que afecta a un área del sur de la capital por segundo día consecutivo.
Los conductores de la empresa de capitales colombianos Subus iniciaron el martes el segundo día de una paralización indefinida en demanda de bonificaciones y mejores condiciones de trabajo, como contar con baños y lugares de descanso.
La huelga afecta a unos 200 mil pasajeros de barriadas de la periferia sur de Santiago, molestos porque planes de emergencia de la empresa, que consiste en introducir autobuses de otras compañías, no disminuye sus largos tiempos de espera.
La falta de autobuses ha recargado dos líneas del tren subterráneo de Santiago, pero no paralizó la ciudad.
El Transantiago, cuya columna vertebral es el metro, apoyado en líneas troncales que son alimentadas por autobuses menores no satisface a los santiaguinos y además arroja millonarias pérdidas mensuales que suple el Estado con dinero de todos los chilenos que van a los dueños particulares del sistema.
Los chilenos más pobres, en tanto, enfrentan desde el martes, en todo el país, una paralización de 72 horas de todos las postas bases de salud, cuyos trabajadores afirman que buscan más y mejores recursos para la atención de los enfermos, los mismos que con la huelga pierden sus horas de atención que a menudo les ha costado más de una madrugada poder conseguir.
Los pacientes también pierden horas de atención que han demorado meses obtener con algún especialista, cuya escasez es dramática en los servicios públicos.
La Asociación Chilena de Municipalidades dijo en un comunicado el martes que diariamente se dejan de atender a unas 60 mil personas en los consultorios básicos, lo que se acerca a unas 200 mil personas diarias si se suman profesionales como kinesiólogos, fonoaudiólogos o matronas.