Papa reclama justicia por atentado contra judíos en Argentina
Se cumplieron 20 años del atentado con bomba que dejó 85 muertos.
Al cumplirse hoy 20 años del atentado con bomba en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en Buenos Aires, que dejó 85 muertos, el Papa Francisco reclamó justicia.
Lo hizo en un sencillo videomensaje; una grabación que registró incluso el ruido exterior de su residencia vaticana, la Casa Santa Marta, y que fue grabado el mes pasado por Claudio Epelman, director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano.
“En ocasión del 20 aniversario de la tragedia de la AMIA, quiero expresar mi solidaridad a la comunidad israelita argentina, a los familiares de las víctimas, sean judíos, sean cristianos”, señaló el Papa en el video.
“Son 20 años de esta tragedia, de esta locura, el terrorismo es una locura, el terrorismo sólo sabe matar, no sabe construir, sabe sólo destruir. Por esta razón estoy cerca de todos aquellos que han visto vidas sesgadas, esperanzas truncadas y ruinas”, agregó.
Corrían las 09:53 horas del 18 de julio de 1994. Un edificio ubicado en la calle Pasteur fue sacudido por una terrible explosión. A lo lejos, desde diversos edificios de la capital argentina, algunas cámaras registraron el humo que inundaba el cielo de la ciudad.
Una postal repetida, una y otra vez, por los más importantes canales de televisión ese día. Poco después del estruendo y muy cerca del epicentro de la tragedia, decenas de personas asistían horrorizadas al peor ataque terrorista de la historia del país.
Jorge Mario Bergoglio era entonces obispo auxiliar de la metrópolis, destinado a la vicaría episcopal de la zona Flores (su barrio natal).
El pontífice accedió a grabar las imágenes durante una audiencia que le concedió hace algunas semanas a Claudio Epelman, director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano y a quien conoce desde sus tiempos de arzobispo.
Él le preguntó al Papa si deseaba enviar un mensaje a la comunidad judía por esta ocasión. El líder católico reflexionó unos segundos y dijo: “Tenés un celular”. Entonces Epelman sacó su aparato y grabaron unas palabras en español y de poco más de dos minutos de duración.
En el video Francisco continuó: “Algunas veces dije que Buenos Aires era una ciudad que necesitaba llorar, porque todavía no había llorado lo suficiente. A riesgo de caer en un lugar común lo repito”.
“Nos hace falta llorar, somos proclives a archivar las cosas y a no hacernos cargo, de la historia, del sufrimiento, de cosas que pudieron haber sido bellas y no fueron. Por eso nos cuesta tanto encontrar caminos de justicia, para encarar la deuda que esta tragedia ha traído a la sociedad”, apuntó.