Condena Papa violencia del Estado Islámico
Pide a líderes religiosos condenar violencia en nombre de Dios.
El Papa Francisco urgió este viernes a todos los líderes religiosos a condenar la violencia terrorista perpetrada en nombre de Dios y volvió a arremeter contra las masacres del Estado Islámico (EI) en Medio Oriente.
El llamado del Pontífice llegó en un discurso que pronunció ante la más importante autoridad musulmana sunita de Turquía, Mehmet Gormez, quien es también presidente del Diyanet, el Departamento de Asuntos Religiosos del país.
“Como dirigentes religiosos, tenemos la obligación de denunciar todas las violaciones de la dignidad y de los derechos humanos. La vida humana, don de Dios Creador, tiene un carácter sagrado”, dijo el pontífice en italiano.
Sin mencionar en ningún momento al EI por su nombre, sostuvo que la situación en el Medio Oriente es “verdaderamente trágica”, especialmente en Irak y en Siria, donde se encuentra el más importante foco de acción del grupo.
Aseguró que en esa zona todos sufren las consecuencias de los conflictos y la situación humanitaria “es angustiosa”, en especial para los niños, las madres, los ancianos, los desplazados y refugiados, que padecen “violencia de todo tipo”.
Consideró preocupante que “a causa de un grupo extremista y fundamentalista”, comunidades enteras -especialmente cristianas y yazidíes- hayan sufrido y sigan sufriendo violencia inhumana a causa de su identidad étnica y religiosa.
“Se les ha sacado a la fuerza de sus hogares, tuvieron que abandonar todo para salvar sus vidas y no renegar de la fe. La violencia llegó también a edificios sagrados, monumentos, símbolos religiosos y al patrimonio cultural, como queriendo borrar toda huella del otro”, dijo.
“Por tanto, la violencia que busca una justificación religiosa merece la más enérgica condena, porque el Todopoderoso es Dios de la vida y de la paz”, insistió.
Según el Papa, el mundo espera de todos aquellos que dicen adorar a Dios, que sean hombres y mujeres de paz, capaces de vivir como hermanos y hermanas, no obstante la diversidad étnica, religiosa, cultural o ideológica.
Precisó que también debe darse un trabajo común para encontrar soluciones adecuadas al terrorismo, lo cual requiere la colaboración de gobiernos, dirigentes políticos y religiosos, representantes de la sociedad civil, así como hombres y mujeres de buena voluntad.
Estableció que los responsables de las comunidades religiosas pueden ofrecer una valiosa contribución al destacar que cristianos y musulmanes tienen muchas cosas en común en sus respectivas tradiciones.