Obama teme que amenazas de insurgentes en Irak se extiendan a otros países
Instó a estar alerta ante las amenazas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió que la amenaza planteada por los insurgentes suníes que han sembrado el caos en Irak podría extenderse a otros países de la región como Jordania e insistió en la necesidad de estar "alerta".
Obama indicó que el problema es que los radicales suníes del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL) están desestabilizando el país.
"Creo que su ideología extremista plantea una amenaza a medio y largo plazo", indicó el mandatario, quien señaló que la solución no es enviar tropas estadounidenses cada vez que emerge uno de estos grupos radicales.
"Vamos a tener que tener una estrategia más focalizada y tendremos que establecer alianzas y entrenar a los agentes de policía y militares locales para que hagan sus trabajos", subrayó el presidente estadounidense.
Los insurgentes suníes del yihadista EIIL capturaron en las últimas horas otras tres localidades de la provincia de Al Anbar, su feudo en el oeste de Irak.
Obama, quien lideró la retirada de las tropas estadounidenses de Irak en 2011, anunció esta semana que enviará 300 asesores militares estadounidenses al país árabe para ayudar en la lucha contra los radicales islámicos.
Los asesores tratarán de determinar "el estado y cohesión" de las fuerzas de seguridad iraquíes, que han visto como unos 90 mil soldados abandonaban sus filas este mes ante la ofensiva en el norte del país de EIIL.
Los insurgentes se hicieron con el control clave de Mosul, la segunda mayor ciudad del país, en una operación que forzó el desplazamiento de unos 500 mil iraquíes y con la que presuntamente EEIL se habría hecho con cientos de millones de dólares, depositados en la sede del banco central iraquí en Mosul.
La Casa Blanca indicó que el despliegue de los 300 asesores militares no implica que EU reinicie las operaciones de combate en Irak y ha insistido en que la solución al problema no pasa por una vía exclusivamente militar.
Lejos de ello, el Gobierno de Obama apuntó que no favorecerá a ninguna facción dentro de Irak y ha instado primer ministro iraquí Nuri al Maliki a formar un gobierno de unidad nacional.
Maliki es el líder de la mayoría chií, que representa a entre el 60 % y el 65 % de la población del país, frente a entre el 32 % y 37 % de los suníes, divididos entre árabes y kurdos.