Murakami, africanos y clásicos dominan los pronósticos al Nobel de Literatura
La Academia insiste en que no se premian literaturas ni países, sino autores.
El japonés Haruki Murakami, el keniano Ngugi wa Thiong'o, la argelina Assia Djebar, la bielorrusa Svetlana Alexijevich y habituales en los pronósticos como los estadounidenses Joyce Carol Oates, Philip Roth y Don DeLillo encabezan las quinielas al Nobel de Literatura, que la Academia Sueca falla este jueves.
Como es habitual desde hace un lustro, Murakami, un éxito de ventas pero no tanto de crítica, domina las listas previas de las casas de apuestas, donde aparece muy bien situado Thiong'o y la escritora y periodista Alexijevich, que ya sonaba el año pasado, al igual que el dramaturgo noruego Jon Fosse.
También se mencionan en las casas de apuestas y en los medios suecos clásicos la canadiense Margaret Atwood, el albanés Ismail Kadaré y el irlandés William Trevor.
Entre los nombres nuevos figuran el francés Patrick Modiano, el somalí Nuruddin Farah, la egipcia Nawal El Saadawi y el rumano Mircea Cartarescu, además de poetas como el escocés Don Paterson y el chino Bei Dao.
Los representantes de la lírica han perdido presencia en las quinielas desde que el sueco Tomas Tranströmer ganara en 2011, pero aparte de los mencionados, aparecen también este año habituales como el surcoreano Ko Un, el polaco Adam Zagajewski y el sirio Adonis.
Las letras estadounidenses, que no ganan desde 1993 con Toni Morrison, están representadas también con otros autores como Cormac McCarthy, Thomas Pynchon o incluso el cantautor Bob Dylan.
El factor tiempo suele apuntarse como importante, aunque la Academia Sueca insiste en que no se premian literaturas ni países, sino a autores, aunque a veces dé la impresión de que se usa el criterio de rotación geográfica.
Las letras francesas fueron rescatadas dos décadas después en 2008 con Jean Marie Le Clézio, y las hispanas, dos más tarde, con el peruano Mario Vargas Llosa.
La cercanía del premio al autor de "La ciudad y los perros" podría jugar en contra de autores como los españoles Juan Goytisolo y Javier Marías, los escritores hispanos a priori mejor situados este año aunque en puestos rezagados.
Pero no hay que olvidar que el mexicano Octavio Paz (1990) ganó al año siguiente de hacerlo el español Camilo José Cela.
La elección de Vargas Llosa o la de otros como los británicos Harold Pinter (2005) y Doris Lessing (2007) demuestra que la Academia puede recuperar a nombres que parecían ya olvidados tras sonar muchos años.
En esa categoría entrarían por ejemplo el checo Milan Kundera, el portugués Antonio Lobo Antunes, el israelí Amos Oz, el holandés Cees Nooteboom, los italianos Umberto Eco y Claudio Magris y el británico Salman Rushdie.
Entre los 210 aspirantes al premio, de los que 36 no habían sido nominados antes, se nombra también al húngaro Peter Nadas, al austríaco Peter Handke y a la italiana Dacia Maraini.
Aunque las elecciones de los últimos años han coincidido con nombres bien situados en los pronósticos previos, como el chino Mo Yan y la canadiense Alice Munro, la Academia ya ha demostrado antes que puede escoger nombres inesperados como la austríaca Elfriefe Jelinek o la alemana Herta Müller.