En Brasil proliferan armas de fuego durante Mundial
Es inevitable que la cultura de las armas en Brasil pase desapercibida.
Una bala perdida alcanza en el cuello a un niño pequeño cerca de una zona donde miles de hinchas habían visto el partido de Brasil en una pantalla gigante. Se escuchan disparos cerca de la sede de entrenamiento de Honduras. Un policía fuera de servicio es captado por una cámara cuando desenfunda su pistola y dispara al aire para dispersar a un grupo de manifestantes.
Desde Fortaleza en el norte hasta Río de Janeiro en la costa, pasando por las zonas rurales del estado de Sao Paulo, han resonado algunos disparos durante este Mundial.
Las armas de fuego proliferan en Brasil, donde el tráfico de drogas ha engendrado violencia. En un momento en que los ojos del mundo están puestos sobre el país sudamericano durante el máximo suceso del fútbol, es inevitable que la cultura de las armas en Brasil pase desapercibida.
Los más de 15 millones de armas que hay en el país se encuentran principalmente en manos de pandilleros y policías.
La cifra de muertes por armas de fuego en la nación figura todavía entre las mayores del mundo, pese a que el número de homicidios se ha estabilizado en los años recientes. Unas 40 mil personas mueren anualmente por disparos en Brasil, casi cuatro veces más que en Estados Unidos, el mayor mercado de armas de fuego para civiles en el mundo y un país cuya población supera a la brasileña por casi 100 millones de personas.