Los ministros de UE abordarán nuevas sanciones por crisis Ucrania
A la Unión Europea le preocupa el aumento de las tensiones y la violencia en el este de Ucrania.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) analizarán mañana la posibilidad de prorrogar y ampliar la lista de personas sancionadas por su papel en la crisis de Ucrania en una reunión extraordinaria, convocada tras el agravamiento de la situación en el este de ese país.
Los embajadores de los Veintiocho ante la UE se reunieron para debatir si se amplía la lista de sancionados por su participación en el conflicto ucraniano.
Se espera que los ministros evoquen mañana las medidas que pueden tomar "con vistas a lograr lo más rápido posible una aplicación integral de los acuerdos de Minsk, los únicos que puede conducir a una solución pacífica y duradera de la crisis", según un comunicado del Ministerio francés de Exteriores.
A la Unión Europea le preocupa el aumento de las tensiones y la violencia en el este de Ucrania, en especial en la ciudad de Mariúpol, donde el pasado fin de semana 30 personas perdieron la vida y un centenar resultaron heridas.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE abordarán de nuevo la situación en Ucrania en la reunión informal que celebrarán el próximo 12 de febrero, según fuentes europeas.
Los líderes europeos, en un comunicado conjunto emitido este martes, sopesaron imponer nuevas sanciones a Rusia ante el deterioro de la seguridad y la situación humanitaria en el este de Ucrania.
"En vista del empeoramiento de la situación, le pedimos al próximo consejo de Asuntos Exteriores que la evalúe y considere medidas adecuadas, en particular, acerca de nuevas medidas restrictivas dirigidas a la aplicación rápida y completa de los acuerdos de Minsk", señalan en dicho texto los líderes europeos.
Los Veintiocho añadieron en su comunicado que están "preparados para tomar medidas adicionales si fuera necesario".
El consejo extraordinario de ministros fue convocado por la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, tras el ataque con artillería sobre la ciudad ucraniana de Mariúpol el pasado sábado, en el que murieron 30 personas y hubo un centenar de heridos.