Miles de manifestantes desafían de nuevo a Beijing para pedir democracia
Los inconformes instaron nuevos actos de desobediencia civil.
Miles de manifestantes vestidos de negro recorrieron este domingo las calles de Hong Kong para pedir democracia y en contra de la decisión de Beijing de restringir la elección por sufragio universal de los candidatos al Gobierno de la antigua colonia británica en 2017.
"Beijing ha incumplido su promesa de que la gente de Hong Kong pueda tener democracia", dijo Benny Tai Yiu-ting, uno de los fundadores del movimiento Occupy Central, que engloba a los activistas democráticos contrarios a las directrices fijadas por el Gobierno chino para llevar a cabo la reforma del proceso electoral en la Región Administrativa Especial de Hong Kong.
Los manifestantes, que portaban un lazo gigante de color negro, recorrieron en silencio las principales calles del área metropolitana de la ciudad con pancartas en las que pedían nuevos actos de desobediencia civil como forma de enfrentarse a la decisión sobre su futuro político marcado desde Beijing. "¿Qué puede hacer la gente de Hong Kong? Tenemos que seguir adelante con una campaña de desobediencia civil ", pidió Tai durante la celebración de la marcha, a la vez que señalaba que los ciudadanos se sienten "traicionados" por el Gobierno chino.
Los cerca de dos mil simpatizantes del movimiento Occupy Central, según la policía y más de cuatro mil según los organizadores, anunciaron la puesta en marcha de una campaña de desobediencia civil el pasado 31 de agosto.
La campaña responde a la decisión adoptada horas antes por el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional China de aprobar el sufragio universal para la elecciones del jefe del Gobierno de Hong Kong en 2017, pero con sólo dos o tres candidatos previamente seleccionados por una comisión especial formada por mil 200 miembros.
Partidarios de las directrices fijadas por el Gobierno chino se reunieron al paso de los manifestantes democráticos y corearon consignas como "Occupy Central morirá pronto", otros recrearon prácticas de brujería popular tradicional para maldecir a los activistas.
La marcha de este domingo es la última de una serie de enfrentamientos entre partidarios de la democracia y quienes apoyan las decisiones del Gobierno chino sobre cómo debe llevarse a cabo la reforma electoral en Hong Kong.