Menchú atestigua en caso de fatal quema embajada española
Luego de 34 años de espera, la justicia guatemalteca abrió esta semana el juicio.
La indígena Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz, rindió declaración en el histórico juicio del incendio de la embajada de España en 1980 que dejó 37 muertos y que vinculó al “terrorismo de Estado”.
Luego de 34 años de espera, la justicia guatemalteca abrió esta semana el juicio por el caso del asalto a la sede diplomática de parte de las fuerzas de seguridad, que culminó con un voraz incendio que causó decenas de muertos.
Menchú, la primera de la lista de testigos en el proceso, narró la violencia y muerte que sufrió su familia en el pasado conflicto armado interno de Guatemala (1960-1996).
En su declaración afirmó que el gobierno de Guatemala ejercía una política de represión, “de terrorismo de Estado”, del que eran víctimas los pueblos indígenas con el pretexto de que colaboraban con la guerrilla.
Menchú Tum, vencida por el llanto, lamentó haber perdido en la pasada guerra interna a 20 de sus familiares, pero afirmó que tenía una esperanza en la justicia y en llegar a la verdad.
La fiscal Hilda Pineda dijo que el Ministerio Público probará en el juicio que Pedro García Arredondo recibió órdenes de sus superiores en el sentido de que ninguno de los que ocuparon la sede diplomática saliera con vida.
Juana Tum, madre de Rigoberta y sus hermanos Patrocinio, Víctor y Anita, fueron algunas de las víctimas directas de la guerra interna, además del padre, Vicente Menchú, evocadas por la dirigente indígena en su comparecencia ante los jueces.
Vicente Menchú, señalado como uno de los líderes del grupo de campesinos que ocupó la sede diplomática española, se cuenta entre las 37 personas que murieron calcinadas, luego de la irrupción de la policía.
La guerra interna guatemalteca, que finalizó el 29 de diciembre de 1996 con la firma de un acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla, avalado por las Naciones Unidas, causó 200 mil muertos y desaparecidos.