Medalla olímpica perdida en 1932 es encontrada

Perdida para siempre. Eso es lo que la familia del remero Horst Hoeck pensó durante décadas acerca de su medalla de oro que ganó en los Juegos Olímpicos de 1932 en Los Ángeles. Sin embargo, durante la remodelación de la antigua residencia de los Hoeck  en Berlín, los constructores hicieron un hallazgo: Una pared se movió y detrás de él había una segunda pared con una caja fuerte.

El hallazgo por sí solo fue una sorpresa y nadie esperaba encontrar nada de valor en la caja fuerte.  Pero a los constructores les esperaba otra sorpresa cuando abrieron la caja fuerte: en la parte trasera había una pequeña caja y en ella había la medalla de oro olímpica que les faltaba a los Hoeck

El secreto de la medalla de oro pronto fue desenterrado. Karin Isermann, la hija del remero Horst Hoeck, se puso en contacto con Grubert. Su padre había ganado la medalla en 1932, como parte del timonel cuatro. Había vivido en esa casa, donde ahora se encuentra el centro. Pero la vida de familia feliz en Kleinmachnow no duró mucho tiempo. Hort fue arrestado en 1947, después de que se negó a trabajar para la Administración Militar Soviética. Escapó - junto con su familia - a la parte occidental de Berlín.

Se pensó que la medalla desapareció durante la fuga.