Líderes de protestas en Hong Kong piden disolución de movilizaciones
Llamaron a los estudiantes a retirarse y se inculparon de las protestas.
Los tres líderes del movimiento Occupy Central (OCLP), que lanzó la campaña de desobediencia civil para pedir mayores libertades democráticas para Hong Kong, fueron puestos en libertad sin cargos después de que este miércoles se entregaron a la policía para auto inculparse por las protestas y volvieron a pedir a los estudiantes que se retiren.
"La policía no nos ha arrestado este miércoles pero podría hacerlo en un futuro", declaró a Efe, a la salida de la comisaría, Benny Tai Yiu Ting, quien junto al reverendo Chu Yiu-ming y Chan Kin-man, los tres fundadores del movimiento, apenas pasaron una hora en el edificio policial, cuyas afueras estaban custodiadas por un centenar de agentes.
"La actuación de la policía era la esperada. Nuestro arresto hubiera provocado que más gente se fuera a las zonas ocupadas. De esta forma tratan de pacificar la situación un poco más, deseando que la ocupación termine y esa es también nuestra urgencia, queremos que termine cuanto antes", añadió.
Tai prevé que iniciarán nuevas campañas para conseguir el sufragio universal para Hong Kong después de que los estudiantes decidan retirase de las calles.
"Una vez que se termine la ocupación callejera habrá una nueva plataforma en la que estudiantes, partidos políticos y otras fuerzas podamos diseñar un plan para como seguir adelante en este largo viaje hacia la democracia", dijo.
"Como organización (OCLP) creemos que casi hemos cumplido nuestra misión", insistió.
Durante la cerca de una hora que permanecieron en las dependencias policiales, Tai explicó que les pidieron rellenar un formulario específico sobre las actividades de Occupy Central, en las que debían señalar las casillas de diversos hechos, como tomar parte en asambleas no autorizadas, incitación al delito u obstrucción a la policía.
"Sólo hemos hecho lo que debíamos hacer", dijo Tai en referencia a su decisión de presentarse ante las autoridades por quebrantar la ley al formar parte de las protestas no autorizadas.
La decisión del trío fue secundada por más de 60 personas que también se entregaron a la policía, aunque ninguno fue detenido.
Varios expertos legales que ayudan al movimiento entregaron a quienes iban a presentarse ante los agentes un documento en el que debían escribir las razones por las que creían que habían cometido un delito.
"Desde que comenzó la campaña de desobediencia me he venido preparando psicológicamente pare esto", dijo Priscilla Chiu, una hongkonesa de 50 años que, según dijo, se autoinculpó de haber ayudado a los estudiantes de la zona ocupada con sus tareas académicas así como de haber participado en la organización de los recursos que el movimiento ha ido recibiendo a través de donaciones.