Líderes de Rusia y Ucrania analizan crisis entre ellos
Discutieron en Milán.
Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Ucrania, Petro Poroshenko, sostuvieron este viernes un encuentro en Milán para discutir la crisis en el oriente del territorio ucraniano.
En la reunión participaron además el primer ministro de Italia, Matteo Renzi; el primer ministro británico David Cameron, el presidente francés Francois Hollande y la canciller alemana Angela Merkel.
También acudieron los presidentes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, José Manuel Durao Barroso y Herman Van Rompuy, respectivamente.
El primer ministro italiano destacó que después de las conversaciones las perspectivas sobre una solución a la problemática en la región del este de Ucrania son "más positivas".
Sostuvo que el encuentro entre los líderes de Rusia y Ucrania fue constructivo pero las grandes diferencias se mantienen vigentes.
"Esto es más positivo que antes, espero que podamos trabajar juntos con mucha fuerza", afirmó Renzi a periodistas.
El presidente Putin calificó de "buena y positiva" la reunión que mantuvo este viernes en Milán con su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, y los principales líderes europeos.
Alrededor de 53 jefes de Estado y de gobierno participan en Milán en la Décima Cumbre Asia-Europa (ASEM), que finalizará este viernes bajo el título “Asociación Responsable para el Crecimiento y la Seguridad”.
Occidente acusa a Rusia de armar a los rebeldes separatistas y el envío de tropas regulares a Ucrania, mientras Moscú niega que contribuya con las milicias prorrusas, sin embargo Estados Unidos y sus aliados han impuesto severas sanciones a Moscú.
Ucrania y los rebeldes, que controlan partes de las regiones de Donetsk y Lugansk, acordaron una tregua en septiembre pasado, pero cada lado se acusan de romper el cese el fuego y reiniciar las hostilidades.
Más de tres mil 600 personas han muerto desde que estalló el conflicto en abril pasado, tras la anexión por parte de Rusia de Crimea, una península al sur de Ucrania, luego que una revuelta popular destituyó al presidente Viktor Yanukovich, fuerte aliado de Moscú.