La NASA apuesta al sector privado para explotar la Luna
Esta iniciativa, bautizada como Catalyst, no comprende financiación estatal.
Alentada por sus asociaciones con las empresas SpaceX y Orbital Sciences para equipar a la Estación Espacial Internacional (EEI), la NASA apuesta al sector privado para explotar los recursos de la Luna, objeto de crecientes ambiciones.
A fines de enero, la agencia espacial se planteó la idea de compartir con las empresas estadounidenses sus conocimientos, sus ingenieros, el acceso a sus instalaciones y a equipos para ayudarlas a concebir y a construir aparatos robotizados para alunizar, capaces de plantar cargas comprendidas entre 30 y 500 kilogramos.
Pero al contrario de sus asociaciones con SpaceX y Orbital Sciences para trasladar equipos y mercaderías a la EEI, esta iniciativa de la NASA, bautizada como Catalyst, no comprende financiación estatal.
"Mientras la NASA continúa su ambicioso programa de exploración para enviar astronautas a un asteroide y a Marte. El desarrollo de nuevas tecnologías en la Luna recaerá en las industrias estadounidenses", explicaba recientemente Greg Williams, un alto responsable de la NASA.
En 2013, la NASA estableció un acuerdo en esa dirección con Bigelow Aerospace, que comprendía la eventual construcción de una base lunar. Fundada por el magnate estadounidense Robert Bigelow, la empresa comercializa módulos espaciales inflables.
En el mismo año, el director de la NASA, Charles Bolden, descartó "conducir una misión lunar habitada" pero no "la posibilidad de participar en ella si es conducida por otro país o es producto de una asociación con privados".