La intimidad del emperador Augusto
Su casa y la de su esposa Livia se reabren al público.
Las espléndidas casas de Augusto y de su esposa Livia se reabren al público para conmemorar los dos mil años de la muerte del primer emperador romano.
Frescos y habitaciones nunca vistos pueden ahora apreciarse gracias a un arduo trabajo de restauración: buena parte del patrimonio estaba al aire libre. Un proceso que tomó dos años y costó más de tres millones de dólares.