La ensaimada tradicional se resiste a desaparecer
Se trata del producto más mallorquín.
La industrialización y la búsqueda de la rentabilidad ha hecho mella también en el producto más tradicional de Mallorca, España, la ensaimada; sólo quedan 10 hornos tradicionales.
La calle da nombre al horno, o el horno a la calle: Horno de La Gloria; quién sabe, porque hace siglos que existen ambos; entramos dentro y encontramos un horno de leña y muy pocas máquinas; lo justo para elaborar el producto más emblemático de Mallorca, la ensaimada.
No está claro el origen, pero la receta no esconde truco; de padres a hijos, de generación en generación, la ensaimada se elabora con productos tan básicos como harina, agua, azúcar y huevo; eso sí, se reserva un ingrediente propio y distintivo: "Tenemos aquí la manteca de cerdo, en catalán, saim, de ahí el nombre de ensaimada. Lo que le aporta es su hojaldrada. Se enrolla en forma de espiral y en sentido de las agujas del reloj", indica uno de los panaderos.
Aproximadamente un día tiene que esperar la ensaimada para que fermente bien; cuando ya tiene la consistencia adecuada, el paso final es hornearla.
Sebastián lamenta que la industrialización no entiende de paciencia; él y sus hijos siguen los pasos uno a uno, sin prisa; por eso están entre la decena de hornos que todavía custodian la receta tradicional.
Y es que, por el mismo precio, nadie renuncia a llevarse una espiral de sabor tradicional.