Intentan matar a nuevo jefe de ejército en Lesoto, tras huir primer ministro a Sudáfrica
El ataque fracasó y Maaparankoe Mahao salió ileso
Hombres armados intentaron matar al nuevo jefe del ejército de Lesoto designado por el primer ministro Thomas Thabane, poco antes de que este último huyera a Sudáfrica, tras calificar de golpe de Estado una intervención militar contra la policía.
El comisario de policía, Mofokeng Kolo, indicó que estos hombres armados atacaron en la madrugada del domingo el domicilio del teniente general Maaparankoe Mahao.
El ataque fracasó y Mahao salió ileso, pero se ignoraba el domingo el paradero de este alto oficial del ejército. Lo ocurrido parece indicar que hay una puja por el control de las fuerzas armadas en Lesoto. Soldados acuartelados declararon que no sabían exactamente quién daba las órdenes.
El sábado, Thabane había afirmado que huyó de su país para escapar a un golpe de Estado militar, si bien el ejército negó intentar derrocar al gobierno de este reino montañoso del África austral.
El ejército tomó el control del cuartel general de la policía y de la residencia del primer ministro en la capital, Maseru, a primeras horas del sábado, antes de retirarse a mediodía, dijo el ministro de Deportes, Thesele Maseribane.
Esta operación militar parece haber sido organizada por Tlali Kamoli, el oficial que dirigía hasta entonces el ejército y que Thabane quiso cesar al designar a Mahao.
En la intervención del ejército, que negó querer tomar el poder, hubo un muerto en las filas de la policía, según indicó un funcionario de esta fuerza, Mofokeng Kolo.
A nivel político, la situación es extremadamente incierta, tras el vacío creado por la partida de Thabane la noche del viernes a Sudáfrica.
El viceprimer ministro de Lesoto, Mothetjoa Metsing, dijo a la AFP que viajó este domingo a Sudáfrica para mantener conversaciones en Pretoria.
Metsing dijo que fue allá "por invitación del presidente sudafricano", Jacob Zuma, añadiendo que no tiene información sobre quién participará en esas conversaciones.
Metsing negó que hubiese un vacío de poder, afirmando que el ministro de Servicios Públicos Motloheloa Phooko dirigía interinamente el país.
En la capital de Lesoto, nada parecía demostrar el domingo la grave crisis política que atraviesa este pequeño reino montañoso enclavado en medio de Sudáfrica.
En la ciudad no se veía a los militares, que estaban acuartelados. El cuartel general de la policía, que el ejército tomó la víspera durante varias horas, estaba vacío.
Los fieles fueron como siempre a rezar en la catedral de Maseru, y la circulación era muy densa.
En el mercado, los vendedores sacaron de nuevo sus frutas, verduras, aparatos de teléfono, gafas de sol y demás mercancías.
"La gente tiene miedo de lo que pueda ocurrir, porque si no hay trabajo, no hay dinero", dice Kamele Pakisi, un vendedor, que lamenta que "no haya estabilidad" en el país.
Lesoto, formado en gran parte por altas mesetas, es un país muy pobre de dos millones de habitantes, miembro de la Commonwealth, que suministra a su gran vecino sudafricano agua y electricidad producida en sus montañas.