Sin justicia para familias de inmigrantes asesinados en Tamaulipas
Agrupaciones de El Salvador exigieron justicia y reparación por los 72 indocumentados asesinados
Organizaciones sociales, religiosas y de familiares de inmigrantes de El Salvador exigieron este viernes, justicia y reparación por los 72 indocumentados latinoamericanos asesinados en el estado de Tamaulipas en 2010, entre ellos 14 salvadoreños.
El Comité de Familiares de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos (COFAMIDE) y otras agrupaciones conmemoraron, con un acto celebrado en el parque Cuscatlán de San Salvador, el cuarto aniversario de la tragedia.
Junto a los 14 salvadoreños, inmigrantes ecuatorianos, guatemaltecos, hondureños y brasileños también fueron asesinados en la matanza del 22 de agosto de 2010, que autoridades mexicanas atribuyeron al grupo criminal “Los Zetas”.
"Estamos recordando y diciéndoles" que "no hemos olvidado" la masacre de Tamaulipas, "todavía estamos exigiendo justicia, estamos pidiendo que los culpables sean castigados", dijo a los periodistas el líder del COFAMIDE, Luis Alberto López.
"Pedimos al Gobierno salvadoreño que exija el esclarecimiento de los hechos acaecidos en Tamaulipas a fin de que se haga justicia a las víctimas y a sus familiares, así como la atención a éstos", indicaron en un comunicado conjunto el COFAMIDE, la Red Jesuita con Migrantes, Cáritas y la Pastoral de Migrantes Arquidiocesana, entre otras organizaciones.
"Al Gobierno mexicano le pedimos que investigue a los autores materiales e intelectuales de este crimen", añadieron.
El sacerdote Mauro Verzeletti, durante el acto ecuménico en honor a los 72 inmigrantes fallecidos, llamó a las autoridades centroamericanas a crear "políticas migratorias integrales" para combatir este flagelo.
"Condenamos las políticas migratorias de seguridad internacional y nacional que se han implementado desde el Norte porque realmente violan la dignidad de los derechos de los migrantes", denunció Verzeletti, de la Red Internacional de Migración Scalabrin, de Guatemala.
Entre los 14 migrantes salvadoreños asesinados en la matanza de 2010 estaba Armando Pérez Nieto, de 28 años de edad, quien dejó dos hijos en la orfandad, explicó a los periodistas su madre, Orbelina Nieto.
Simbólicamente familiares de las víctimas de Tamaulipas y de otros inmigrantes desaparecidos en México pusieron claveles rojos en un pequeño altar en honor a los 72 migrantes asesinados en 2010.
En junio de 2013, un tribunal salvadoreño condenó a cuatro años de prisión a dos supuestos traficantes de indocumentados que abandonaron en México a los 14 salvadoreños que fueron asesinados en Tamaulipas.