Inicia Papa cumbre para analizar terrorismo de EI
Jorge Mario Bergoglio se refirió además al problema del tráfico de armas.
El Papa Francisco expresó este jueves su preocupación por el impacto del terrorismo del autodenominado Estado Islámico (EI), al abrir una cumbre de embajadores vaticanos en Medio Oriente que busca respuestas a la violencia en esa región.
El encuentro comenzó la mañana de este jueves en la biblioteca de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, ubicada en el segundo piso del Palacio Apostólico, y se extenderá hasta el próximo sábado.
En la cumbre participan los principales responsables de la política exterior del Vaticano, incluido el “número dos” y secretario de Estado, Pietro Parolin, junto a los nuncios apostólicos (embajadores papales) en Egipto, Israel/Jerusalén/Palestina, Jordania/Irak, Irán, Líbano, Siria y Turquía.
También asisten varios funcionarios de primer nivel en la Curia Romana, además de los delegados pontificios ante las Naciones Unidas y la Unión Europea. El principal objetivo de esta cumbre es analizar la crisis por el avance del EI en Medio Oriente.
“El Papa quiso introducir los trabajos de la reunión agradeciendo a los participantes congregados para rezar y reflexionar juntos sobre qué hacer para ocuparse de la dramática situación que viven los cristianos del Medio Oriente y otras minorías religiosas y étnicas que sufren a causa de la violencia que azota la región”, indicó una nota.
El comunicado del Vaticano agregó que “con palabras muy sentidas el santo padre manifestó su preocupación por las situaciones de guerra que se viven en tantos lugares y por el fenómeno del terrorismo, para el cual la vida de las personas no tiene algún valor”.
En el encuentro, Jorge Mario Bergoglio se refirió además al problema del tráfico de armas, que sostuvo es la base de “tantas situaciones difíciles”, así como el drama humanitario que viven miles de personas obligadas a dejar sus países.
El Pontífice expresó su deseo de que se puedan identificar iniciativas y acciones a diversos niveles, a fin de manifestar la solidaridad de toda la Iglesia hacia los cristianos del Medio Oriente.