Hablar mal de los demás es asesinarlos: Papa Francisco
Lamentó que el proferir insultos es una costumbre muy común entre la gente.
El Papa Francisco advirtió que hablar mal de los demás, calumniar, difamar o insultar equivale a “asesinar al hermano”, porque todas esas acciones tienen la misma raíz del homicidio: el odio.
El pontífice hizo estas reflexiones durante el sermón de su misa privada matutina, que retomó este jueves en la capilla de su residencia vaticana, Casa Santa Marta, luego que en los últimos dos días no la celebró a causa de una “indisposición”.
“(Al hermano) lo asesinas en otra manera: con los chismes, con las calumnias, con las difamaciones. Jesús nos advierte: el que dice (a otro) estúpido está asesinando al hermano, porque tiene una raíz de odio”, señaló hablando en italiano.
“Hoy pensamos que no matar al hermano sea no asesinarlo, pero no: no matarlo es no insultarlo. El insulto nace de la misma raíz del crimen: el odio.
Si tú no tienes odio y no matarías a tu enemigo, a tu hermano tampoco lo insultes”, apuntó.
Lamentó que el proferir insultos es una costumbre muy común entre la gente, incluso algunos para expresar su odio contra otra persona tiene una capacidad “impresionante” de inventarse “flor de insultos”.
Sostuvo que tanto los gritos como las malas palabras “hacen mal” e instó a aplicar un “criterio de la coherencia” para resolver los conflictos, una actitud de “sano realismo”.
Según el líder católico, si una persona tiene problemas con otro y no los puede arreglar con una solución definitiva, quizá lo mejor sería establecer un acuerdo con el adversario. “No será lo ideal, pero el acuerdo es una cosa buena, es realismo”, reconoció.
El Papa aceptó que algunos pueden considerar ese “esfuerzo de hacer un acuerdo” como “demasiado vulgar”, pero él lo propuso como herramienta “para salvar muchas cosas”.
“Uno da un paso, el otro da otro paso y al menos existe la paz: una paz muy provisoria, pero la paz del acuerdo”, dijo.
“Jesús habla de esto, la capacidad de hacer acuerdos entre nosotros y superar la justicia de los fariseos, los doctores de la ley, de esta gente.
Existen tantas situaciones humanas, y mientras estamos en camino, hacemos un acuerdo, así frenamos el odio y la lucha entre nosotros”, ponderó.