Grupo Al Shabab reivindica ataque contra convoy de ONU en Somalia
El atentado dejó cuatro personas muertas y otras 12 resultaron heridas.
El grupo islamista Al-Shabab se responsabilizó del atentado de este miércoles a un convoy de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cerca del aeropuerto de la capital, en el que perecieron cuatro personas y otras 12 resultaron heridas.
Un coche cargado de explosivos estalló cerca de la entrada de la terminal aérea, dentro de la llamada zona fortificada verde, donde se ubican las embajadas extranjeras, al paso de un convoy de la ONU, que era custodiado por fuerzas de seguridad.
En un comunicado, AbdiAziz Musab, portavoz militar del grupo Al Shabab, ligado a la red terrorista Al Qaeda, se atribuyó la responsabilidad por el ataque de este miércoles en la zona del aeropuerto de Mogadiscio.
"Nuestros mujahidines (combatientes islámicos) basados en Mogadiscio han alcanzado su objetivo hoy, un convoy de mercenarios extranjeros y sus aliados, apóstatas cerca del aeropuerto", afirmó Musab, según reporte de la televisión Al Yazira.
El portavoz del grupo no especificó en su declaración los motivos del atentado explosivo, que se registró un día después de que el grupo ejecutó a 36 trabajadores de una cantera en la vecina Kenia, en venganza por su presencia militar en Somalia.
Tanto, el aeropuerto como otras zonas colindante usadas por la misión de la ONU y la Unión Africana (UA) han sido blanco frecuente del grupo Al Shabab (Los Jóvenes, en árabe) que lucha para derrocar el gobierno de Somalia.
El ataque parecía ser un repetición de la operación que Al Shabab lanzó en febrero pasado, cuando siete personas fueron asesinados en un ataque suicida contra un convoy que transportaba personal de la ONU cerca del aeropuerto.
Los combatientes de al-Shabab han realizado una serie de ataques en Mogadiscio este año, incluso la sede de la Presidencia, el Parlamento y la Inteligencia. Sin embargo, el grupo también es reconocido por varios operativos perpetrados fuera de Somalia, incluido el ataque del año pasado contra el lujoso centro comercial Westgate en la vecina Kenia, que dejó 67 muertos y cientos de heridos.
Además, el atentado contra un bar durante la final de la Copa Mundial de Futbol de 2010, que el grupo realizó en Uganda, cobrándose la vida de al menos 76 personas, que se habían congregada para disfrutar del partido entre las selecciones de Holanda y España.