Funeral de la reina de Bélgica en Bruselas
Su funeral estuvo rodeado de mucha música tal y cómo a la reina le gustaba.
Bélgica celebra este viernes el funeral de la reina Fabiola una semana después de su fallecimiento, a los 86 años, con una ceremonia sobria, pero llena de música, en honor a su conocida apreciación de ese arte.
El centro de Bruselas fue cerrado al tráfico hasta el final del servicio religioso, el transporte público fue limitado y los dispositivos de seguridad fueron reforzados, aunque no se registrara amenazas de atentados.
Los restos mortales de la viuda del antiguo rey Balduino, tía del actual rey Felipe, fueron llevados desde el Palacio Real de Bruselas hasta la catedral de San Miguel y Santa Gúdula en un ataúd cubierto por la bandera nacional, acompañado por una escolta real a caballo.
En la catedral, la misma donde Fabiola celebró su boda hace 54 años y despidió a su fallecido esposo en 1993, el renombrado cantante belga Will Tura interpretó Hoop doet leven (La esperanza hace vivir), como hizo en el funeral de Balduino.
El barítono José Van Dam entonó el Ave María de Schubert, al que siguieron el Bist du bei Mir de Bach y el Libera Me del Réquiem de Fauré, acompañados de un coro español, evocando los orígenes de la reina.
La misa concluyó con la canción L'Homme de la Mancha, del belga Jacques Brel, una de las favoritas de Fabiola.