Tras gira sudamericana, el Papa vuelve al Vaticano
En la última jornada de Francisco en dicho país sudamericano comenzó por la mañana cuando escuchó los dramáticos testimonios de la miseria en la que viven unas 15 mil familias del humilde barrio de Bañado Norte, en Asunción. Allí el papa criticó a aquellos católicos que no son solidarios: "por más que vayas a misa todos los domingos, si no tienes un corazón solidario, no sabes lo que pasa en tu pueblo, tu fe es muy débil, o está enferma o está muerta".
El Papa pidió amor, comprensión y solidaridad para los jóvenes que se dedican a la delincuencia por desesperación. Dejó un discurso a los obispos paraguayos para que lo impriman y repartan a los jóvenes.En dicha discurso, Francisco dijo que en el mundo hay un partido entre el cuadro del demonio y el de Jesús y hay que elegir en cuál jugar. Esa imagen es complementada con un lenguaje juvenil que incluye apelaciones al fútbol y a Whatsapp.
Tras su vista a Bañado Norte, el primer papa latinoamericano dirigió una misa multitudinaria en Ñu Guasú, en las afueras de Asunción. Según el vocero del Vaticano, el sacerdote Federico Lombardi, hubo algo más de un millón de asistentes.
De camino a la terminal aérea, el papa se detuvo brevemente por las ruinas del supermercado Ycuá Bolaños, donde 400 personas murieron en un incendio en 2004. Fue así como llegó a su fin la gira sudamericana de ocho días, que antes lo llevó a Bolivia y Ecuador, y en la que insistió en criticar un sistema económico que sacrifica a la gente en función de la rentabilidad.