Evacuación en EEI por falsa alarma
Sonó una alarma por una posible fuga tóxica, pero más tarde la NASA indicó que el amoniaco refrigerante no se había escapado.
En un inusual susto, los astronautas salieron apresuradamente del lado estadounidense de la Estación Espacial Internacional (EEI) después de que sonó una alarma por una posible fuga tóxica, pero más tarde la NASA indicó que el amoniaco refrigerante no se había escapado y que probablemente se trató de un problema de cómputo.
Tras la confirmación de la falsa alarma, los astronautas estaban de vuelta en la sección estadounidense del puesto orbital.
Horas antes, los seis tripulantes se habían puesto a salvo en el lado ruso, primero cuando sonó la alarma y después cuando tras decirles que era seguro regresar, se les pidió irse de nuevo al sector ruso.
"Hola a todos, gracias por preocuparse", tuiteó la astronauta italiana Samantha Cristoforetti. "Todos estamos a salvo y bien en el segmento ruso".
A medida que las alarmas resonaban, los astronautas siguieron los procedimientos de emergencia al colocarse las mascarillas de oxígeno, refugiándose en el sector ruso y sellando las escotillas entre la parte rusa y la estadounidense. Al mismo tiempo, los controladores de vuelo en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston apagaron los equipos no esenciales.
En cuestión de minutos, el Control de la Misión dio el visto bueno en seguridad, pero luego pidió a los astronautas que regresaran al lado ruso cuando surgió más evidencia de una posible fuga del refrigerante.
El amoniaco líquido que fluye en el exterior de la estación espacial, que es altamente tóxico, se utiliza para enfriar equipo electrónico. En un principio los controladores de vuelo temían que se hubiera metido al sistema de agua que funciona en el interior. Ahora se cree que el problema se debió a una tarjeta que falló en una caja de interruptores automáticos.