EU debe suspender ejecuciones tras falla en Oklahoma: CIDH
El reo Lockett se convulsionó, gimió y se retorció después de que se le puso inyección letal.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió a Estados Unidos suspender las ejecuciones hasta que el protocolo que se usa en Oklahoma con ese propósito sea revisado de manera integral.
El llamado se da luego de la fallida ejecución en ese estado de Clayton Lockett, el pasado 29 de abril, sobre la cual la CIDH demandó tanto al gobierno federal como al de Oklahoma conducir una investigación independiente e imparcial.
Lockett, de 38 años, se convulsionó violentamente, gimió y se retorció después de que se le inyectó un coctel de tres drogas letales, según declaraciones de quienes asistieron a la aplicación de la pena capital en la prisión estatal en McAlester.
Lockett fue encontrado culpable del homicidio de una joven de 19 años a quien violó, disparó en dos ocasiones, enterró viva, y al final la mujer murió unos 40 minutos después de que fue sepultada a consecuencia de un ataque al corazón.
Las autoridades decidieron suspender la ejecución de Lockett 33 minutos después de que el hombre empezó a recibir la primera de las tres inyecciones utilizadas para su ejecución: un relajante, un agente paralizante y una droga para provocar el paro cardíaco.
La CIDH citó informes a partir de testimonios según los cuales el condenado comenzó a jadear, a retorcerse y a mover el pie durante unos tres minutos, tratando en un punto de levantar la cabeza. Lockett murió finalmente de un paro cardiaco.
Voceros del Departamento Penitenciario de Oklahoma dijeron que al parecer la vena a través de la cual recibió las inyecciones se “colapsó” o reventó, y los fármacos no ingresaron al organismo de la manera en que debían.
El caso de Lockett llevó al presidente estadunidense Barack Obama a anunciar en fecha reciente el inicio de consultas con el procurador general, Eric Holder, con el propósito de revisar la manera cómo la pena de muerte es aplicada a nivel nacional.