Durante 20 años EU espió llamadas de México
Recolectó datos de miles de millones de llamadas hacia y desde 161 países ligados con el narco.
Por más de dos décadas el gobierno de Estados Unidos condujo labores de espionaje electrónico doméstico con ramificaciones hacia más de un centenar de países, incluyendo México, reveló este miércoles el diario USAToday.
A partir del gobierno de George H. Bush, la Agencia Estadunidense Antidrogas (DEA), con la autorización del Departamento de Justicia, inició la recolección de datos de miles de millones de llamadas telefónicas internacionales realizadas hacia y desde 161 países relacionados con el narcotráfico.
Los investigadores federales utilizaron las llamadas para rastrear redes de distribución de drogas en Estados Unidos, permitiendo a las agencias identificar y ubicar organizaciones criminales cuya existencia se desconocía. De igual manera las investigaciones a partir de la obtención de esos datos permitieron a las autoridades ubicar redes de lavado de dinero, indicó el diario, citando fuentes oficiales familiarizadas con las operaciones.
Los datos recolectados al amparo de esta práctica no involucraron el contenido de las llamadas sino simplemente los números de teléfono y las fechas en que se realizaron.
El diario indicó que la práctica fue iniciada casi una década antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, al amparo de un programa que sirvió como mapa para el espionaje electrónico conducido a partir de estos hechos por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Las labores dirigidas entonces por la DEA tuvieron menos restricciones que las que realiza ahora la NSA ya que la recolección de datos se llevaban a cabo sin una orden judicial como es requerido en la actualidad.
Mark Rumold, abogado de la organización Electronic Frontier Foundation cuestionó la legalidad del programa debido a que es claro que estaba dirigido al público en general “y desde una perspectiva constitucional, eso es bastante significativo”.
El diario dijo que la práctica como tal fue detenida por el Procurador General de Justicia, Eric Holder, en respuesta al escándalo generado tras las revelaciones hechas por el excontratista de la NSA, Edward Snowden.