Migrantes no serán recibidos con los "brazos abiertos": EU

Reuters Estados Unidos 15-07-2014 20:00

La Casa Blanca dijo que Obama habla en serio cuando dice que serán deportados.

La Casa Blanca dijo este martes que la deportación de un grupo de mujeres y niños hondureños en la víspera debe ser vista en Centroamérica como un mensaje claro de que el presidente de Estados Unidos habla en serio cuando dice que los inmigrantes ilegales serán devueltos a sus países.

El vuelo desde Nuevo México a San Pedro Sula en Honduras, la ciudad con la mayor tasa de homicidios del mundo, llevó de vuelta a 17 mujeres hondureñas, 12 niñas y nueve niños, entre los 18 meses y los 15 años.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que el regreso de los hondureños tiene que ser una señal clara para quienes estén pensando en cruzar la frontera de que "tienen derecho a un debido proceso, pero no serán recibidos en el país con los brazos abiertos".

El vuelo de los hondureños fue el ejemplo más visible de los esfuerzos de Obama para atajar una crisis fronteriza que está superando las capacidades de las instituciones migratorias y generando protestas en muchas ciudades por el albergue de los inmigrantes ilegales.

Organizaciones que trabajan con inmigrantes ilegales y niños hondureños dijeron, sin embargo, que el vuelo era principalmente simbólico y que tendrá poco impacto en los niños hondureños que buscan escapar del país asolado por la violencia de las pandillas.

"Este es un problema del país, de las condiciones en el país", dijo Gerardo Rivera, investigador de Casa Alianza, una organización de jóvenes en Honduras. "Lo que están buscando es una salida de una situación peligrosa, una salida a la pobreza y la falta de oportunidades", agregó.

La cantidad de deportados es ínfima frente a la ola de inmigrantes que ha cruzado la frontera entre México y Estados Unidos. Más de 52 mil menores de América Central que viajan sin acompañantes han sido capturados desde octubre, el doble que hace un año.

Los funcionarios de inmigración de Estados Unidos han dicho que más gente será deportada a Honduras, Guatemala y El Salvador en los próximos días, pero no quisieron dar detalles del ritmo de las deportaciones.

Obama está tratando de conciliar dos intereses contrapuestos: asegurar a los estadounidenses que los inmigrantes, muchos de ellos niños sin compañía que cruzaron a Texas desde México, serán devueltos a sus países, pero al mismo tiempo dando garantías de que habrá un proceso justo.