Decretan duelo nacional de tres días en Serbia por inundaciones
Han dejado al menos 14 muertos y más de 30 mil afectados.
El primer ministro de Serbia, Aleksander Vucic, decretó tres días de duelo nacional por la víctimas de las inundaciones que azotan el país balcánico y que han dejado al menos 14 muertos y más de 30 mil afectados.
“Se declara luto a causa de las muertes y los sufrimientos de un gran número de ciudadanos por las inundaciones en el territorio de la República de Serbia”, afirmó Vucic en un mensaje de solidaridad a la población ante la situación desatada por las torrenciales lluvias.
El jefe de gobierno serbio destacó que a partir de mañana miércoles y hasta el viernes próximo 23 de mayo, las banderas nacionales en los edificios públicos de todo el país ondearan a media asta en honor a los fallecidos en las peores inundaciones de los últimos 120 años.
Vucic agradeció la labor de rescatistas, voluntarios y hasta periodistas que han trabajo en la ayuda de cientos de personas en riesgo por las inundaciones, que provocaron también la muerte de al menos 34 personas en las vecinas en Bosnia y Herzegovina.
El primer ministro también agradeció a las más de 30 mil personas que han sido desalojas en Zabrezje por su comprensión, adelantó que el estado de emergencia declarado en todo el país podría terminar el viernes, según reporte de la agencia de noticias Tanjug.
Vucic dijo que se han tomado todas las medidas para proteger a la planta de energía "Nikola Tesla A" de la localidad de Obrenovac, que se mantiene bajo el agua, y se han adoptados acciones excepcionales para proteger a los residentes.
El jefe de gobierno reconoció que los daños materiales en Serbia, que fueron 10 veces más graves que en los otros países de la región afectados por las lluvias torrenciales de los últimos días, pero expresó su esperanza en que el país se recuperará y no habrá más víctimas.
Destacó que hasta ahora hay 14 víctimas confirmadas, la mayoría en Obrenovac y que su autopsia demostró que al menos la mitad de ellos se ahogó, al ser sorprendidos por las inundaciones y las fuertes corrientes de agua.