Dimite director del operativo que sacrificó a “Excalibur”
“Al perro había que sacrificarlo porque no había dónde meterlo”, afirmó.
La Universidad Complutense dio su visto bueno a que “Excalibur”, el perro de la enfermera española contagiada de ébola Teresa Romero, fuese sacrificado en su casa y llevado el miércoles a sus instalaciones de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense. Pero luego se echó atrás, una decisión que no entiende Lucas Domínguez, el director del operativo que entró en la casa y mató al perro.
Domínguez, presentó la semana pasada su dimisión como director del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET) y este martes, se ha confirmado su decisión a través de un comunicado.
El rectorado reconoce que en un primer momento aceptaron acoger al animal muerto en las instalaciones de VISAVET para que fuese cremado, sin embargo, asegura que cambiaron de opinión tras conocer el dictamen del Comité de Seguridad y Salud Laboral. Este desaconsejaba el "tratamiento del cadáver".
Además, el organismo había denunciado ante Inspección de Trabajo el traslado al campus, como UGT Madrid la limpieza del box de urgencia contaminado de ébola del hospital de Alcorcón. Por eso, siempre según el relato de la Complutense, se decidió revocar la decisión "para preservar la seguridad y la salud de los trabajadores del centro, de la Facultad de Veterinaria y de los alumnos".
El centro no se consideraba capaz de recibir al perro vivo, pero insistía en su página web que sí contaba "con las instalaciones adecuadas para su tratamiento e inertización en condiciones de bioseguridad".
Domínguez dice que nadie le ha explicado las razones de la revocación y está convencido de que "sin duda hubiese sido más seguro llevarlo al laboratorio".
Finalmente, comentó "Lo importante es que la chica se cure y que las autoridades tengan la capacidad de responder ante esta u otras enfermedades, porque va a ocurrir más veces".