Detienen en Turquía a periodistas “contrarios al Gobierno”
Son sospechosos de usar "la intimidación y las amenazas" para tratar de tomar el poder.
La policía turca realizó este domingo varias redadas simultáneas en una decena de ciudades y detuvo al menos a 24 personas, entre las que se encontraban periodistas, productores de televisión y policías, por sus lazos con un movimiento liderado por un clérigo islamista moderado que vive en Estados Unidos y fuerte crítico del presidente Recep Tayyip Erdogan.
Es la ofensiva más reciente contra el movimiento del clérigo Fethulá Gulen, que según el gobierno orquesta un presunto complot para tratar de derrocarlo. El gobierno sostiene que los seguidores del grupo estuvieron detrás de las acusaciones de corrupción que el año pasado obligaron a cuatro ministros a dimitir.
Gulen, que vive en un exilio autoimpuesto en Pennsylvania, negó las acusaciones y por su lado, durante un discurso, Erdogan se comprometió a "desmantelar la red de traidores y hacerlos pagar".
La agencia informativa estatal Anadolu dijo que un tribunal emitió una orden para arrestar a 32 personas vinculadas con el movimiento y que 24 de ellas fueron detenidas en las redadas del domingo en Estambul y otras ciudades turcas.
Entre los detenidos estaba Ekrem Dumanli, jefe de información del periódico Zaman, y Hidayet Karaca, director ejecutivo de la cadena de televisión Samanyolu, dijo Anadolu. Zaman y Samanyolu están afiliados al movimiento de Gulen.
Anadolu dijo que los detenidos son sospechosos de usar "la intimidación y las amenazas" para tratar de tomar el poder. La agencia de noticias estatal dijo que algunos de los policías detenidos son sospechosos de inventar delitos y pruebas durante la investigación de una organización cercana a la red terrorista Al Qaeda en 2010.
Centenares de personas se reunieron ante la sede de Zaman en Estambul para protestar por las detenciones, coreando entre otros lemas el de "La prensa libre no podrá ser acallada".
Las asociaciones de periodistas turcas también condenaron las redadas contra reporteros. La organización Human Rights Watch dijo que las detenciones lucen como "otro intento de acabar con los medios de comunicación críticos".
Varios policías que se cree que simpatizan con Gulen fueron detenidos este año, acusados de escuchas ilegales y otros delitos. El gobierno dijo que quiere extraditar a Gulen a Turquía desde Estados Unidos. Muchos consideran su movimiento moderado como una alternativa a las interpretaciones más radicales del islam.