Descartan que uso de poder militar sea legado de Obama
Ha sido criticado por la prensa, por la esfera política y por la sociedad.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha ganado algunos títulos como “Guerrero en Jefe” por parte de la prensa tras su decisión de recurrir al uso de la fuerza militar y ordenar ataques aéreos en Irak contra islamistas radicales.
“The Reluctant Warrior” (El Guerrero indispuesto) y “Warrior in Chief” (Guerrero en Jefe) son algunos de los adjetivos que la prensa utiliza para explicar la metamorfosis de Obama, acentuada por el Premio Nobel de la Paz que recibió en 2009.
Tanto como aspirante y nominado, el mandatario hizo campaña opuesto a la que calificó como la “guerra injusta” en Irak, y a la que puso fin en 2011 con el anuncio de la salida de tropas de combate, acción que fue completada en 2013.
Sin embargo, casi un año después de asumir la Presidencia, Obama anunció en febrero de 2009 el envío de 13 mil tropas a Afganistán para estabilizar la situación. Esas fuerzas fueron seguidas de 30 mil autorizadas en diciembre de ese año y propuso el retiro total de las tropas a partir de mayo de 2011.
En el verano de 2011, Obama forjó alianzas políticas en la ONU y la OTAN para encabezar una campaña de ataques aéreos en Libia que facilitaron la deposición del gobierno de Muamar Gadafi, después de que éste amenazó con una campaña de genocidio contra su propio pueblo.
Además, se sumaron sus decisiones para intensificar el uso de drones en Yemen y Pakistán, operativo que permitió la muerte de Osama Bin Laden, y su autorización para asesinar en Yemen mediante un ataque con un avión no tripulado a un estadunidense, el clérigo radical musulmán Anwar al-Awlaki, nacido en Nuevo México.
El anuncio del mandatario en el que anuncia “ataques aéreos dirigidos” desató nuevas críticas dentro y fuera del ámbito político, por quienes los consideran insuficientes.
La analista Patricia Escamilla apuntó que la decisión del mandatario en Irak fue motivada por la crisis humanitaria derivada de la amenaza del grupo islámico radical Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) contra minorías religiosas.
“Los críticos lo ven desde una posición simple, muy superficial aunque es cierto decir que el presidente está entre la espada y la pared. Si actúa con poder militar se le critica, si no actúa, se le critica también”, dijo la experta.
En su editorial principal de este sábado, el diario The Washington Post apoyó la decisión “para prevenir un genocidio” en el norte de Irak, aunque consideró que la determinación se quedó corta del objetivo que debería tener esta intervención: La destrucción del EIIL.
“Los pasos que el presidente autorizó el jueves equivalen a más de sus medidas administrativas a medias, ajustadas a la emergencia de esta semana y sin conexión coherente a cualquier estrategia para hacer frente a la conflagración que se propala por Medio Oriente”, refirió.
Escamilla, una expositora ante instituciones como el Colegio de Guerra de Estados Unidos y del Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV) de México, recordó las críticas que generó en su momento la inacción de Estados Unidos en los casos de la ex Yugoslavia y Ruanda, bajo la Presidencia de William Clinton.
“Lo que estamos viendo es que el presidente Obama está respondiendo, no de forma espontánea”, refirió Escamilla al señalar que la situación en Irak no es nueva, ni desconocida para Estados Unidos.
La también ex integrante del Colegio de la Frontera Norte (COLEF) explicó que si Obama optó por utilizar la fuerza aérea “es como un último recurso para tratar de evitar enviar soldados a Irak y volvernos a involucrar a una guerra que se ha tardado años”.
Escamilla, autora del libro “Relaciones México-Estados Unidos: Retos y oportunidades en la administración del presidente Obama”, consideró que pese a esta controversia, el legado de Obama será determinado por sus logros en política doméstica y no exterior.
“Sus esfuerzos por hacer cambios en política nacional y doméstica, eso creo que va a ser la mayor contribución, poniendo todo en un debido contexto. Los intentos (militares) del presidente no son los que han causado un mayor impacto (en el mundo)”, puntualizó.