De inmigrante indocumentada a la cumbre de Wall Street
Julissa Arce quiere gritar al mundo que "sí se puede".
Acaba de cumplir 32 años y ha rozado el cielo financiero de Wall Street, pero hasta hace poco Julissa Arce podría haber sido deportada de Estados Unidos en cualquier momento: era otra mexicana indocumentada que ahora, con los sueños cumplidos, quiere gritar al mundo que "sí, se puede".