Campo de golf, zoológico y autos de colección en residencia de ex presidente ucraniano
Miles de curiosos se vuelcan para ver la mansión kitsch" de Víktor Yanukóvich.
Una romería de miles de curiosos fluyó sin cesar hacia Mezhigorie, la lujosa y "kitsch" residencia campestre del depuesto presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, abierta al público tras el triunfo de la revolución que provocó su huida.
Aunque la finca se encuentra apenas a veinte kilómetros de la capital ucraniana, el trayecto hacia ese territorio, hasta ayer vedado al ciudadano común, ocupaba más de tres horas: miles de kievitas montaron en sus coches para ver con su propios ojos la opulencia de la casa de campo del defenestrado presidente.
La afluencia de vehículos era tal, que los visitantes se vieron obligados a aparcar en el arcén de la carretera y cubrir caminando los últimos cinco kilómetros para llegar hasta la residencia de Yanukóvich, emplazada en un territorio de 140 hectáreas.
Las leyendas urbanas que circulaban sobre Mezhigorie no defraudaron a aquellos que dedicaron la jornada dominical a visitar la residencia preferida del hombre que gobernó Ucrania durante cuatro años y que hoy se encuentra en paradero desconocido.
Campo de golf, zoológico con avestruces, cocheras repletas de autos de colección y todos los lujos imaginables en un espacio donde la opulencia y el mal gusto se mezclan a cada paso, como el excusado en forma de trono, con sendas cabezas de tigre en sus reposabrazos.
Con ojo profesional, calcula que la construcción del palacete y sus instalaciones podría haber requerido una inversión de 1.000 millones de dólares y que sólo su mantenimiento tiene un coste mensual de un millón.
"Causa horror. ¡De dónde han sacado tanto dinero!", agrega Yevgueni, asombrado por la magnitud del derroche, mientras contempla las griferías de oro de uno de los cuartos de baño.
Los visitantes de Mezhigorie, entre los que había muchas familias con niños, admiraban sorprendidos y captaban con cámaras y teléfonos móviles imágenes de las instalaciones de la residencia, cuyo torreón le da ínfulas de castillo.
Al caer la tarde, cuando miles de personas aún se dirigían hacia Mezhigorie, se anunció por altavoces que la residencia quedaba cerrada al público.
Nada de gran valor fue hallado en el idílico refugio campestre de Yanukóvich, abandonado por sus moradores la noche del viernes, cuando el todavía presidente de Ucrania claudicó en todas las líneas al firmar un acuerdo por el que aceptaba todas las demandas de la oposición.
Los medios digitales ucranianos reprodujeron imágenes captadas por cámaras de videovigilancia en las que se observa cómo dos helicópteros, en los que previamente fueron cargados varios bultos, despegan de Mezhigorie con un intervalo de pocos segundos.
En una de sus decisiones de hoy, la Rada Suprema (Legislativo) ordenó la devolución a las propiedades del Estado de la residencia de Mezhigorie, una de las varias que tenía a su disposición Yanukóvich.
El destituido presidente fue repudiado hoy incluso por los parlamentarios de su propio partido, que condenó su "huida y pusilanimidad" y le achacó toda la responsabilidad por los sangrientos acontecimientos que esta semana se cobraron cerca de un centenar de muertos.