Consuela Papa a supervivientes de tifón en Filipinas
Quiso vivir lo que el fenómeno natural causó a los asiáticos.
El Papa Francisco afrontó este sábado una tormenta tropical pero mantuvo todos sus actos para poder estar cerca y consolar en Tacloban, en la isla de Leyte, a los supervivientes del tifón “Yolanda”, que en noviembre de 2014 arrasó Filipinas.
A pesar de que la tormenta tropical “Mejala” se abatiría sobre la localidad, una de las más afectadas por el que ha sido considerada el tifón más potente de la historia y que causó más de ocho mil muertos, el Papa Francisco insistió en que "se tenía que ir de cualquier manera" y "que había que ir a estar con ellos".
Lo mismo ocurrió durante el vuelo que le llevaba a Tacloban, cuando el organizador de los viajes, Alberto Gasbarri, le comentó que se podría celebrar la misa en un lugar cerrado, debido condiciones meteorológicas de fuerte viento y lluvia incesante.
"Absolutamente no, yo tengo que estar con ellos y celebrar con ellos la misa", dijo el Papa.
A pesar de la intensa lluvia, según el Vaticano, cerca 300 mil personas se dieron cita en la explanada del aeropuerto de Tacloban, protegidos sólo por un rompevientos amarillo que proporcionó la organización y que fue el mismo que llevó el pontífice argentino durante toda su estancia en la pequeña isla del Pacífico.
"Tantos de ustedes han perdido todo. No sé qué decirles. No tengo palabras. Él (Señor) sí sabe qué decirles. Tantos de ustedes han perdido la familia y yo sólo puedo guardar silencio. Sólo se les puede acompañar en silencio", mencionó emocionado.
"Yo no tengo más palabras que decirles. Miremos a Cristo. Es el Señor, y él nos comprende porque pasó por todas las pruebas que pasaron ustedes", les dijo.
El Papa explicó que cuando vio la tragedia que sucedía en Filipinas decidió que tenía que venir.
De acuerdo con Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, lo que se vivió en Tacloban fue algo muy "profundo", ya que el Papa vivió y quiso vivir un momento difícil como el que éstas personas viven frecuentemente.
Aunque el avión del Papa adelantó su salida cuatro horas, para evitar la llegada de la tormenta tropical Mejala, Francisco no canceló ninguno de sus actos.
El Papa fue también informado de la muerte de una chica durante la misa, cuando le cayó un altavoz debido al fuerte viento y expresó su sentido pésame, rezó por ella y pidió poder contactar con los familiares.