Concluye conferencia de ministros de Asuntos Exteriores del G-7
El tema central que abordaron fue tratar de proteger la paz mundial.
La conferencia de Ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de los Siete (G-7) concluyó este miércoles en la ciudad de Lübeck, al norte de Alemania, y el tema central que abordaron fue tratar de proteger la paz mundial, ahora más amenazada que hace décadas.
En el encuentro en el que participaron los responsables de Exteriores de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido y la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, se analizaron los principales desafíos a nivel internacional.
La cuestión principal que ocupó durante dos días al anfitrión, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, y a sus homólogos giró en torno a cómo conseguir la paz en el mundo.
En este sentido, en la agenda del día no faltaron temas tan relevantes a nivel internacional como el acuerdo nuclear con Irán o los conflictos abiertos en Ucrania, Siria, Yemen y Libia. También se habló sobre la situación de Grecia.
Steinmeier es consciente que, incluso para las naciones más poderosas del mundo, no es sencillo encontrar una respuesta definitiva a los retos actuales dada la cantidad y la gravedad de las guerras y crisis abiertas en nuestros días, según declaró este miércoles.
El tema central de la reunión de Lübeck fue tratar de proteger la paz mundial que está mas amenazada actualmente que desde hace décadas. En las últimas 48 horas se han registrados pequeños pasos de avance en tres desafíos internacionales.
El ministro alemán elogió a China y Rusia, quienes aceptaron en el Consejo de Seguridad aprobar la prohibición de suministrar armas a los dos grupos rebeldes que tratan de derribar al gobierno de Yemen. Algo así desestabilizaría aún más la situación e la región.
En cuando a Irán, el Congreso de Estados Unidos se manifestó dispuesto a establecer un compromiso con el presidente Barack Obama, que apoya la firma de un acuerdo entre Occidente e Irán sobre el tema nuclear.
En relación a Ucrania, el Grupo de Normandía consiguió acordar que se retire el armamento del oriente de Ucrania. Ese Grupo está formado por Alemania y Francia, y por las dos partes en conflicto, Rusia y Ucrania. Son conflictos que presentan todavía muchos problemas por resolver, pero ha habido pequeños avances. Esos desafíos fueron objeto de atención en Lübeck por parte de los ministros del Exterior del G-7.
La diplomacia se presenta como el principal instrumento para acometer tales desafíos, aunque últimamente sus resultados no hayan sido los esperados, como en el caso de Ucrania. En relación a este conflicto, el G-7 continúa sus conversaciones para que finalmente se aplique el Acuerdo de Paz firmado en Minsk (Bielorrusia) y las partes abandonen la lucha y retiren las armas pesadas.
Además de las crisis abiertas a nivel internacional, el G-7 también se ocupó del cambio climático y de sus consecuencias en el área de seguridad y de paz en el mundo. En esta línea, el ministro del Exterior de Alemania destacó desde el principio de la Conferencia que el calentamiento global y su impacto se presentan como uno de los mayores retos para la paz y la estabilidad. “La caída de las oportunidades de ingresos, los espacios inhabitables, los accesos a recursos pueden conducir a tensiones interestatales y a la fragmentación de los estados y las sociedades”, alertó Steinmeier.
Durante las reuniones celebradas en Lübeck, unas dos mil personas participaron en manifestaciones de protesta para mostrar su malestar contra las políticas desarrolladas por el Grupo de los Siete. Las manifestaciones fueron mayormente pacíficas, aunque la policía confirmó que 16 personas habían sido detenidas durante los altercados protagonizados por alrededor de unos 200 protestantes violentos.
La Conferencia de Ministros de Exteriores se celebró bajo estrictas medidas de seguridad. Más de tres mil 500 agentes estaban de servicio para garantizar la seguridad en esta ciudad hanseática. Este encuentro del G-7 sirvió como antesala de la reunión de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en junio en el castillo de Elmau, en Garmisch-Partenkirchen, al sur de Alemania.