Combaten soldados a extremistas islámicos en Nigeria
Fueron abatidos varios insurgentes a manos del ejército nigeriano.
Soldados nigerianos repelieron el domingo a extremistas islámicos que atacaron desde cuatro frentes a Maiduguri, la mayor ciudad del noreste de Nigeria, en la que varios civiles perdieron la vida por bombardeos aéreos, granadas y morteros.
Cientos de insurgentes murieron, indicaron los soldados.
Numerosos vecinos huyeron aterrados ante el fuerte fuego de artillería que se extendió cinco horas y se desplazaron hacia el interior desde las afueras de esta ciudad sitiada de dos millones de habitantes, donde ya hay otros 200 mil refugiados de guerra.
En un ataque por separado, un hombre sospechoso de ser miembro del grupo Boko Haram se suicidó y de paso provocó la muerte de otras ocho personas este domingo en casa del político Sabo Garbu en Potiskum, en el vecino estado de Yobe, según el testigo Abdulahí Mohammed.
Garbu se ha postulado por un escaño legislativo en las elecciones del 14 de febrero, las cuales incluyen unos comicios presidenciales que marchan demasiado parejos para pronosticar un vencedor. Boko Haram se opone a la democracia.
Desde hace semanas, este grupo extremista se ha ido acercando a Maiduguri, su cuna espiritual, y si pudiera implantar su bandera del grupo Estado Islámico allí, aunque fuese brevemente, eso le daría un gran impulso en momentos que pierde terreno en zonas más remotas, dijo Jacob Zenn, autor de un libro sobre los insurgentes.
El tercer ataque en una semana contra Maiduguri ocurre en momentos en que fuerzas de Chad lanzan una ofensiva ganadora, autorizadas por una directiva de la Unión Africana para que los vecinos de Nigeria ayuden a combatir la propagación de la ofensiva islámica lanzada por Boko Haram, el cual tiene origen nigeriano.
La indignación internacional ha aumentado ante los ataques en la frontera hasta Camerún, así como la creciente ferocidad que culminó con la masacre de cientos de civiles en Baga el 3 de enero.
Un caza chadiano respaldado por tropas terrestres bombardeó a los extremistas y los hizo huir de Gamboru y Kolfata ayer sábado, así como de Malumfatori el jueves, dijeron testigos.
Tropas de Chad en Kolfata "bailaban alrededor de la bandera de su país y coreaban consignas", dijo el agricultor Awami Kolobe, quien citó a refugiados que regresaron de Camerún. Las localidades estuvieron varios meses bajo control de Boko Haram.
Gamboru está unos 140 kilómetros al noreste de Maiduguri, y Baga se encuentra otros 100 kilómetros al norte de Gamboru, sobre el lago Chad, donde convergen las fronteras de Nigeria con Camerún, Chad y Níger.
Líderes africanos en una reunión cumbre ayer sábado autorizaron la creación de una fuerza multinacional de siete mil 500 elementos para combatir a Boko Haram.
Pero el grupo extremista había advertido que no se creara la coalición y dijo que atacará a Níger si envía soldados, como ha hecho en Camerún, según un mensaje emitido el domingo por el servicio de monitoreo de inteligencia SITE.
En Maiduguri, un alto oficial del ejército dijo que los extremistas estaban "por todas partes" y atacaron la ciudad desde las cuatro carreteras que llevan a ella.
Otro oficial indicó que cientos de insurgentes, quizás unos 500, fueron muertos antes que los atacantes huyeran este domingo, y las autoridades recuperaron muchas armas, incluidas piezas de artillería y granadas propulsadas por cohetes. Los dos oficiales hablaron a condición de no ser identificados porque no están autorizados a hacer declaraciones a reporteros.
Varios testigos dijeron que algunas bombas lanzadas por un avión de combate nigeriano mataron a civiles. Muchas casas fueron afectadas por las bombas, entre ellas una en el vecindario de Zannari que dejó siete civiles muertos, según vecinos que pidieron no ser identificados por temor a represalias de los militares.
El gobierno declaró el estado de emergencia en tres estados del noreste en mayo de 2013 después de que Boko Haram tomó el control de docenas de poblados y localidades. Fuerzas del ejército sacaron rápidamente a los insurgentes, pero desde entonces, las tropas oficiales, mal equipadas y desmoralizadas, han estado perdiendo terreno.
Boko Haram declaró en agosto un califato islámico y ahora controla unos 130 poblados y localidades.
El alzamiento dejó unos 10 mil muertos el año pasado, en comparación con unos dos mil en los primeros dos años, según el Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos.