Científicos rusos prueban nueva protección antirradiación
Desarrollaron un nuevo material de protección antirradiación para naves espaciales.
Científicos rusos de la Universidad Politécnica de Tomsk, en Siberia, han puesto a prueba un nuevo material de protección antirradiación para naves espaciales desarrollado en colaboración con sus colegas de la Universidad Estatal de Bielorrusia.
"Hemos realizado estudios preliminares en los que se han obtenido materiales para elevar la resistencia a la radiación", declaró el director del Instituto de Física y Altas Tecnologías de la Universidad de Tomsk, Alexéi Yákovlev. "De hecho, hemos desarrollado una sustancia de varias capas manipuladas a escala atómica, un revestimiento que en condiciones extremas de radiación no debe dejar que el material al que protege se deforme", explicó.
Yákovlev comparó la arquitectura cristalina de la sustancia con la del carbono, que sirve de base tanto para un diamante como para el grafito. "No hay diferencia en las moléculas. El asunto radica en su estructura: mientras que en el primer caso son durísimas y permiten cortar hasta el cristal, en el segundo se desgastan fácilmente, como observamos cuando escribimos con un lápiz", apuntó.
El científico precisó que de momento se están haciendo pruebas con cubiertas de capas muy finas, lo que permite obtener "resultados más rápidos". Una vez concluidas esas pruebas, asegura, será posible crear equipos para posibilitar la aplicación de la protección antirradiación en condiciones extremas, como es el espacio.
El Instituto de Física y Altas Tecnologías de la Universidad dedica gran parte de sus estudios a la elaboración de materiales y tecnologías espaciales, algunas de las cuales ya se utilizan en la Estación Espacial Internacional (EEI).
Así, el próximo viernes tres astronautas de la EEI aplicarán una sustancia nanotecnológica desarrollada por la Universidad de Tomsk sobre las ventanas de la plataforma orbital para protegerlas de distintos factores cósmicos.
La Universidad de Tomsk es el principal centro de estudios superiores de Siberia y está considerada como la mejor universidad rusa fuera de Moscú y San Petersburgo, pero aspira a hacerse un espacio entre los mejores politécnicos del mundo.
En sus más de 100 años de existencia, de sus facultades han salido unos 150.000 especialistas en los más diversos campos.