Cancelan estreno de la polémica película “The Interview”
Actores mostraron su indignación en Twitter.
Un grupo denominado Guardians of Peace, responsables del ciberataque a Sony el pasado 24 de noviembre, emitió un comunicado en el que advirtió que sembraría el terror en los cines que proyectaran “The Interview”, comparando su plan con los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Poco antes del anuncio de Sony, las empresas que gestionan las cinco cadenas de salas de cine más importantes de Estados Unidos optaban por no correr riesgos y retirar la película de Seth Rogen y Evan Goldberg de la cartelera.
"En vista de que la mayoría de nuestros exhibidores han decidido no proyectar la película, no seguiremos adelante con el estreno planeado para el 25 de diciembre. Respetamos y entendemos a nuestros socios y compartimos completamente su interés máximo en la seguridad de los empleados y los espectadores", afirmó Sony en un comunicado.
“The Interview” se ha convertido en protagonista del ataque de los piratas informáticos a Sony en el que robaron y filtraron datos privados, desde números de identificación fiscal hasta partes médicos pasando por correos electrónicos, de los trabajadores de la compañía, así como de estrellas que han trabajado en películas del estudio.
En la película, Seth Rogen y James Franco se ven obligados a asumir el encargo de matar a Kim Jong-un, el máximo dirigente norcoreano.
Los "hackers" habían manifestado su oposición al estreno de “The Interview”, y se cree que el origen del ataque tiene relación con Corea del Norte, aunque el régimen del país asiático ha negado participación, si bien calificó la cinta de "un acto de guerra". Las autoridades estadounidenses no han hallado evidencias de que exista un plan para atentar contra la película, cuyo preestreno transcurrió sin incidentes en Los Ángeles el pasado 11 de diciembre.
"Sony Pictures ha sido víctima de un asalto criminal sin precedentes contra nuestros empleados, nuestros consumidores y nuestro negocio. Quienes nos atacaron buscaron destruir nuestro espíritu y nuestra moral, todo para aparentemente frustrar el debut de una película que no les gusta", comentó Sony.