Baños sobre ruedas ayudan a mantener limpio San Francisco
Están conformados por dos retretes con lavabos colocados sobre un remolque.
Las calles en el barrio Tenderloin de San Francisco, a unas cuadras de las lujosas tiendas y los turistas que esperan para subir al tranvía, están más limpias desde que unos retretes que funcionan con energía solar empezaron a pasarse por la zona, cuatro tardes a la semana.
Los servicios portátiles sobre ruedas están vigilados por empleados, y por el momento han tenido tanto éxito que según responsables municipales, Portland, Oregón, Honolulu y Nueva York se han interesado por ellos mientras buscan soluciones para problemas similares de higiene.
Los partidarios de estos servicios portátiles dicen que tener baños públicos accesibles ha hecho más agradable vivir en un barrio conocido por el crimen, la indigencia y la pobreza.
"Todo el mundo tiene que ir al servicio, eso no es algo que pueda detener nadie", comentó Jane Jim, supervisora de la ciudad y cuyo distrito incluye el Tenderloin. "El programa ofrece a la gente algo de dignidad para atender una necesidad humana".
Los conjuntos de dos retretes con lavabos, colocados sobre un remolque, se llevan con camionetas de martes a viernes en tres puntos cerca de comedores sociales y zonas con parques que atraen a mucha gente. Se dejan a las dos de la tarde y se retiran a las 9 para su limpieza.
El programa piloto está inspirado por un grupo de alumnos de la Academia De Marillac, una escuela católica privada del barrio.
El éxito del programa se debe en gran parte debido a los empleados que se aseguran de que los servicios no se emplean como puntos de prostitución o consumo de drogas, como ha ocurrido con otros baños públicos, explicó Mohammed Nuru, director del departamento de obras públicas de la ciudad.