Australia teme un "probable" atentado tras la tragedia de Sídney
Temen que podría ser en un corto plazo.
El primer ministro australiano Tony Abbott advirtió este martes a sus conciudadanos que la amenaza "terrorista" había aumentado tras la sangrienta toma de rehenes en Sídney, y que un atentado es "probable" a más o menos corto plazo.
Su palabras resonaron como un dramático eco al homenaje que se rindió este mismo martes a los dos rehenes que perecieron en la tragedia ocurrida hace una semana en la mayor ciudad del país.
Tori Johnson, de 34 años, y Katrina Dawson, de 38, murieron durante el asalto policial en la madrugada del 16 de diciembre a la cafetería Lindt de Sídney, donde Man Haron Monis, un hombre de origen iraní y con pasado violento, tenía secuestrados a 17 empleados y clientes.
El asaltante había obligado a los rehenes a desplegar en las vitrinas del establecimiento una bandera negra, utilizada habitualmente por los grupos yihadistas.
Monis también resultó muerto en este drama traumatizante para Australia: aunque decenas de australianos perecieron en los atentados del 11 septiembre de 2001 y en Bali (Indonesia) en 2002 y 2005, hasta ahora no se habían producido estos traumas en propio territorio nacional.
Tony Abbott advirtió este martes a los australianos que desde ahora ya están plenamente expuestos a ataques.
Las comunicaciones "terroristas" se han intensificado tras la toma de rehenes y es crucial que "la población extreme la precaución", declaró tras una reunión del consejo interministerial de seguridad nacional.
"El nivel de amenaza terrorista sigue siendo elevado, y como pueden comprenderlo, a este nivel un atentado es probable", añadió.
Australia participa junto a Estados Unidos en la lucha contra el grupo Estado Islámico y en septiembre había elevado su nivel de alerta frente a la amenaza terrorista que representan los yihadistas que regresan de Irak y Siria.