Aumenta Pakistán seguridad “sin precedentes” tras atentado suicida

EFE Islamabad 03-11-2014 09:05

Es con el fin de proteger las celebraciones de Muharram.

Las autoridades pakistaníes anunciaron un incremento de las medidas de seguridad, previstas para las festividades del inicio del año islámico, tras el atentado suicida que este domingo cobró la vida de 57 personas y dejó decenas de heridos.

El ataque fue perpetrado por un joven de entre 18 y 22 años en el puesto de Wagah, en la frontera de Pakistán con India; al finalizar una ceremonia marcial que realizan desde hace décadas los dos países y que atrae a un gran número de espectadores.

Pakistán y la India cancelaron la ceremonia de arriado de la bandera durante tres días, pero finalmente decidieron celebrarla aunque con una duración menor, con más afluencia de lo habitual en el lado paquistaní, refirió un portavoz de la Policía, Ajmal Alí.

Las fuerzas de seguridad descubrieron este lunes explosivos y chalecos suicidas cerca de donde se cometió el atentado, después que se alertara de la presencia "de alguien sospechoso", informaron fuentes militares.

El Gobierno ha desplegado medidas de seguridad "sin precedentes", para proteger las celebraciones de los siguientes días de Muharram, primer mes del año islámico y las jornadas más festivas para los chiíes, minoría en Pakistán que es objeto de atentados sectarios por parte de radicales suníes.

Para evitar ataques contra ellas, las autoridades desplegaron 12 mil policías y militares en Islamabad; nueve mil en la ciudad oriental de Lahore; 14 mil en Karachi; siete mil en Pesháwar, y cinco mil en Queta.

Además, se prohibió que las motocicletas circulen con pasajeros para evitar ataques y la telefonía móvil se ha bloqueado en algunas áreas para evitar la activación de bombas a control remoto.

En el noveno y décimo días de Muharram, los chiíes, a los que sectores radicales suníes consideran heréticos, recuerdan la muerte de Husein, nieto de Mahoma, asesinado en la localidad iraquí de Kerbala; en el año 680 junto a su estirpe por las huestes suníes al mando del califa omeya Yazid I.

Los atentados de carácter sectario en Pakistán, en especial contra la minoría chií (un 20 % de la población del país), se han incrementado en los últimos años dentro de un marco general de recrudecimiento de la violencia terrorista desde finales de 2012.

El Ejército paquistaní comenzó el 15 de junio una ofensiva militar en la región tribal de Waziristán del Norte, donde desplegó 30 mil soldados para tratar de acabar con los grupos insurgentes que se ocultan en la zona, en la que han muerto mil 100 insurgentes y 90 soldados.