Ola de ataques contra estatuas en Sudáfrica alcanza a Gandhi

EFE Johannesburgo, 13-04-2015 14:00

Se ha registrado una serie actos vandálicos contra estatuas de líderes coloniales o considerados racistas.

Varios individuos que portaban pancartas con la inscripción "El racista Gandhi debe caer" rociaron este domingo con pintura la estatua del libertador indio en el centro de Johannesburgo, informó el diario "The Star".

El ataque a la escultura del mítico activista anticolonial indio es parte de la ola de actos vandálicos contra estatuas de líderes coloniales o considerados racistas que desde hace semanas se ha extendido por todo Sudáfrica.

Agentes de seguridad privada que trabajan en la plaza lograron detener a uno de los asaltantes, un joven de 21 años, que ya está en manos de la Policía y comparecerá ante el juez.

Los autores del ataque llevaban gorras del gobernante Congreso Nacional Africano (CNA), que ha condenado el vandalismo contra las estatuas y ha rechazado la profanación del monumento a Gandhi.

Gandhi -que vivió en Sudáfrica entre 1893 y 1914 y participó en la lucha por los derechos civiles de la minoría india de este país- ha sido acusado en numerosas ocasiones de tener opiniones racistas contra los negros.

Los ataques a estatuas consideradas racistas comenzaron hace semanas en Sudáfrica con las protestas de estudiantes negros de la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT) contra la presencia de una escultura del líder colonial británico John Cecil Rhodes.

La presión estudiantil llevó al senado de la universidad a votar a favor de la retirada de la estatua, que fue arrancada por una grúa la semana pasada entre cánticos de celebración de cientos de estudiantes.

Las manifestaciones en la UCT desataron una campaña nacional para la eliminación de este tipo de símbolos, que ha llevado a la vandalización de estatuas como las del caudillo afrikáner Paul Kruger en Pretoria o la del rey británico Jorge V en KwaZulu-Natal (este del país).

Este tipo de actos continuaron la semana pasada, cuando varias representaciones de dirigentes políticos blancos e incluso el busto del poeta portugués Fernando Pessoa -que vivió en el país entre 1895 y 1905- en Durban fueron manchados de pintura.